“La oposición al aborto se da en gran parte por cuestiones económicas”

Entrevista publicada en Política Argentina – http://www.politicargentina.com/2012/06/la-oposicion-al-aborto-se-da-en-gran-parte-por-cuestiones-economicas/

 

Por Ana Cabral y Julieta Lutz Díaz

 

La filósofa y docente, Diana Maffía, habló con Política Argentina sobre el fallo histórico de la Corte Suprema de Justicia a favor del aborto en casos de violación. Consideró que es “muy oportuno porque siempre fue aplicado de forma muy restrictiva a lo largo de la historia”, a pesar de que el Código tenga casi 100 años. Explicó que el artículo 86 del Código Penal, que establece las causas de no punibilidad del aborto, no es solamente en la causal de violación en los casos de mujer idiota o demente, es decir, de una mujer que no pueda consentir. “En realidad lo que el Código Penal defiende, cuando dice que hay una causal en la violación o en el atentado al pudor de una mujer idiota o demente, es algo en lo cual no está involucrada la voluntad de la mujer, sea porque fue forzada físicamente o porque no puede consentir”. Es decir, no se puede obligar a las mujeres a un acto heroico porque un acto heroico es meritorio pero no exigible.

También habló de que se han restringido casos vinculados al inciso 1 del artículo 86, cuando hay riesgo para la vida o la salud de la madre. Maffia consideró que el fallo dejó zanjado que no hay que pedir permisos judiciales, porque el artículo 86 habla solamente de dos condiciones: que el médico esté diplomado y que la mujer deje un consentimiento informando la práctica, es decir que no sea un aborto forzado.

¿Cuál es su opinión del último fallo de la Corte sobre aborto no punible?
Me parece que desde muchos puntos de vista el fallo pone claridad. Señala que pedir autorizaciones judiciales es poner una barrera ilegitima al acceso a los derechos de las mujeres y que esto puede conllevar una responsabilidad por parte del personal médico que ponga estas barreras. De todas maneras esto es una cuestión que, a pesar que ha sido dicha con tanta claridad, sigue perjudicando a quienes pretenden imponer una solución uniforme para todas las mujeres sea cual sea su creencia, elección y estilo de vida.

¿Qué se hace con los funcionarios y jueces que tienen estas posiciones tan cerradas, retrógradas y conservadoras?
El fallo es eficaz de manera inmediata. No hay que hacer ninguna ley interna ni ley provincial. Se recomienda tener siempre protocolos de atención porque eso facilita que todo el personal de salud sepa cómo tiene que proceder cuando llega un caso de estos al hospital. Hay un protocolo del Ministerio de Salud de la Nación que es muy bueno y que es perfectamente acorde con el fallo que la Corte acaba de hacer. Así que ese puede ser el protocolo a usar.

¿Ve posible que en la Ciudad de Buenos Aires se apliquen los incisos 1 y 2 del artículo 86 del Código Penal, cosa que usted viene planteando hace mucho tiempo?
La ciudad de Buenos Aires tiene un protocolo que no cumple con la amplitud que está marcando el fallo de la Corte. Precisamente porque era más restrictivo que el Código Penal. Yo hice un proyecto de ley de reglamentación del aborto no punible para los Hospitales Públicos de la Ciudad de Buenos Aires, esto fue entre el año 2007 y 2009 y fue firmado por la Comisión de Salud y la Comisión de la Mujer. Lo despacharon las dos comisiones pero el PRO le agregó un giro a la Comisión de Justicia, que era una comisión que ellos manejaban, y el presidente de esa comisión, del PRO, nunca lo trató y perdió estado parlamentario. Cuando iniciamos el siguiente periodo, 2009-2011, volvimos a presentar el proyecto que era una fusión de 4 proyectos, nuevamente lo despacharon las comisiones de Mujer, Salud y, nuevamente, pidieron el giro a justicia, para otra vez no tratarlo y hacerlo perder estado parlamentario. Tienen un sistema de mala praxis política y una mala voluntad.

María Eugenia Vidal, vicejefa de la Ciudad de Buenos Aires, se proclamó en contra del aborto en cualquier instancia, aun así dijo que iba a dar libertad de acción a los otros miembros de su bloque. ¿Qué pasa con el resto de los partidos?
Si hablamos de cómo imponer las posiciones personales a la totalidad, la vicejefa de la Ciudad y la Presidenta de la Nación (Cristina Fernández de Kirchner) están en exactamente la misma posición que el gobernador de Salta (Juan Manuel Urtubey). Yo creo que es muy grave confundir las convicciones personales con la eficacia que nuestros actos tienen sobre la totalidad de la población. Nuestra responsabilidad cuando estamos legislando o cuando estamos en funciones ejecutivas es la totalidad de la población. Esto es lo que la Corte está aclarando. Está diciendo cuál es el alcance de este marco legal de la no punibilidad. No está avanzando sobre derechos que no hayan sido legislados. El fallo de la corte no es que avanza, sino que sencillamente aclara cuál es ese marco legal.
La mala fe política no es solamente por cuestiones de convicción, religiosas, morales, de valores o por defensa de la vida. Tiene que ver con la enorme cantidad de dinero que mueve el aborto clandestino. Junto con esa movilización de dinero, que en diez días produce más transferencia al sector privado de la medicina que todo le programa de salud sexual y reproductiva en un año, porque es muchísimo el dinero. Hay aproximadamente 400 mil abortos por año en la Argentina. Las motivaciones en gran parte son corporativas y económicas.

Luego de este fallo, ¿ve que hayan más posibilidades de que el debate sobre de la despenalización del aborto pase a los recintos del Congreso?
Me parece que son dos cosas diferentes. El fallo sobre aborto no punible nos da un respaldo muy importante. También nos da seguridad al momento de exigir nuestros derechos pero son los derechos que ya teníamos. El debate en el Congreso es un debate que hay que dar. Yo creo que está maduro en la sociedad y que es una falta de inteligencia de la Presidenta de la Nación impedir ese debate porque los propios diputados y diputadas de su bloque tienen interés en que esto sea discutido y han trabajado mucho en el proyecto. No es que ella tenga que decir una palabra a favor, sencillamente debe dejar actuar al Congreso que es quien representa la voluntad de la ciudadanía.

Pero aparentemente dijo que, en caso de que se apruebe, ella no la va a vetar…
En la apertura de sesiones no mencionó este proyecto. Cada vez que le preguntaron sobre el tema dijo que estaba en contra. Cuando se le preguntó en campaña dijo que ella era peronista y no feminista, lo cual implica una penosa confusión porque hay muchas feministas peronistas. Creo que alcanzaría con que deje que el Congreso lo discuta y se comprometa a no vetarlo. Pero el problema es que ya se sabe de hegemónico este sistema gubernamental. Ella da la orden o impide que las cosas ocurran. El año pasado esto se estaba discutiendo y ella frenó este debate. Hizo que sus diputados no firmaran la resolución que estaba sacando la comisión de penal. Así que su palabra pública va por un lado y sus acciones van por otro.

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