Convocada para debatir la reforma de la Constitución provincial desde una perspectiva de género, ayer la doctora en filosofía Diana Maffia resaltó la urgencia y la importancia de la aprobación de la ley de paridad que tiene media sanción de la Cámara de Diputados provincial, y que antes de fin de mes deberá ser tratada por Senadores para no perder estado parlamentario. «La paridad transparenta la necesidad de que los derechos sean expresados en primera persona», dijo la filósofa, quien consideró además que esa ley debe resolverse «antes del llamado a la Convención Constituyente», porque esa es la única manera de garantizar que la Constitución de Santa Fe incorpore los derechos de todas las personas «sin un sesgo de género».
Maffia es una de las voces más autorizadas del país en temas de género, y fue convocada por la Dirección de Reforma Política y Constitucional, a cargo de Oscar Blando, para plantear algunos desafíos durante las discusiones previas a la convocatoria a una Convención constituyente. Con un público que incluyó funcionarias políticas y organizaciones de mujeres, Maffia desarrolló durante poco más de una hora los puntos centrales que debe contemplar una Constitución no sexista. «Me corrió un escalofrío cuando leí el artículo 3 (de la vigente), que establece «la protección más decidida a la religión Católica». Santa Fe es la única provincia que sigue teniendo a esta religión como oficial, en la Constitución de 1962. «Estamos poniendo como límite legal un dogma ,el católico, y eso lo hace un estado talibán», subrayó Maffia, quien destacó también lo que subyace en ese artículo. «La protección más decidida es financiamiento. Nadie se anima a desfinanciar a la iglesia católica», agregó.
Antes de la exposición de Maffia, Blando hizo una exposición sobre la necesidad de una Constitución igualitaria y para eso llamó a una discusión plural. Luego, la filósofa que actualmente es directora del Observatorio de Género en la justicia de la ciudad de Buenos Aires, historizó la exclusión de las mujeres del debate político, y subrayó, por ejemplo, que «las políticas de cuidado deben estar organizadas desde el Etsado y eso debe estar claramente explicitado».
El proceso de debate por una reforma constitucional está en sus pasos preliminares, y se puede participar en estas rondas de debate previas a través de la página www.basesparalareforma.digital. Si cuaja en la posibilidad de llamar a la Convención Constituyente, será la hora de llamar a elecciones, lo que puede ocurrir entre finales de 2017 y 2018, según consideró ayer el ministro de Gobierno, Pablo Farías, quien abrió la jornada.
Después de la exposición de Maffia, la ex vicegobernadora, Griselda Tessio, planteó que la perspectiva de género sólo se garantiza si la elección se hace ya con una ley electoral que incluya la paridad.
Como ya lo había hecho durante su exposición, Maffia subrayó entonces la importancia de aprobar esta ley. «No hay que ceder a un argumento que es muy falaz, que es que si damos cuotas para mujeres vamos a dar cuotas para discapacitados, para minorías étnicas, para minorías sexuales porque todas estas presuntas minorías tienen varones y mujeres en su constitución. Entonces con nosotras llegan también muchos otros grupos subalternizados, muchas otras representaciones subalternizadas en la política», dijo la filósofa, quien consideró que la paridad es «un reconocimiento a la condición de ciudadanas y ciudadanos, al hecho de que somos la mitad de la población. Hay un argumento que es de justicia distributiva».
Para Maffia, un argumento «políticamente más relevante, es que las mujeres portamos puntos de vista, intereses, necesidades, que no han sido representados por los varones, ya que previamente a la ley de cupos, a ninguno se le ocurrió hacer una ley de violencia contra las mujeres, o de violencia de género, hacer una ley de salud de salud reproductiva, hacer una ley de parto humanizado, hacer una ley contra el acoso sexual, hacer una ley de lactancia materna. Todas estas cuestiones se consideraban propias de mujeres y naturalizadas en el ámbito privado, no eran territorios ni disputas de la política. Y son necesidades profundamente políticas porque van construyendo igualdad que es uno de los valores básicos de la democracia».
Consultada sobre el argumento más mentado contra la paridad, el del acceso a cargos públicos por capacidad, Maffia recordó que «es una polaridad que ya cuando se discutió la ley de cupo se había establecido y la verdad es que las cuotas, el cupo, o las medidas de acción afirmativa, no son para que lleguen mujeres incapaces sino para que las mujeres capaces tengan una oportunidad».