Diana Maffía

Maffía sostuvo que el actual Código Civil es el que determina aún la incapacidad de la mujer para ciertas tareas.

NEUQUÉN (AN).- La filósofa, docente y feminista, Diana Maffía visitó la ciudad para dictar un curso sobre «Género y Derecho», y analizó los cambios que se buscan implementar en el Código Civil. Sostuvo que la normativa es la que dispone los roles de género y que la ciudadanía tiene una clara definición androcéntrica y centralista.

La reforma del Código Civil que se propone efectivizar este año podría traer importantes beneficios en cuanto a funciones, roles y lugares que ocupan las mujeres. Así analizó Diana Maffía este incipiente cambio en la normativa que rige la vida de los argentinos, que organiza «los deberes de las mujeres, que impone los roles de género, determina cuáles son las funciones y derechos de cada uno en relación con su cuerpo, con la familia, con el Estado, sus capacidades». Sobre la relevancia de estos cambios Maffía sostuvo que el actual Código es el que por ejemplo determina aún la incapacidad de la mujer para ciertas tareas como la administración de sus bienes y el que establece la tutela de maridos o padres. Aunque, claro, que la ley lo indique no significa que se cumpla de manera exacta. Las modificaciones en concreto, tocan temas como la maternidad, las tecnologías reproductivas y quien puede utilizarlas, el apellido materno, entre otros ejes.

En relación al taller que brindó en Neuquén, la docente sostuvo que «la ciudadanía tiene un modo de definición androcéntrico, hace eje en los intereses y punto de vista del varón, que además tiene clase, raza, edad, es heterosexual y poderoso». De ahí la importancia de trabajar para que todas las personas tengan un mejor acceso a los derechos. «No solo mujeres sino también los sujetos sexuales disidentes, es decir todo lo que se va de la norma androcéntrica», remarcó.

El curso que brindó Maffía estuvo organizado por el grupo de licenciados en Servicio Social del Gabinete Interdisciplinario, Sejun y la Escuela de Capacitación del Poder Judicial. Tuvo una marcada presencia de trabajadoras sociales, pero también asistieron psicólogos y abogados.

«Partimos del hecho que el derecho es una construcción que se hizo en un momento histórico que generó roles diferentes para mujeres y varones que se ejercen en ámbitos privados o públicos que son específicos para cada género, y que a la vez desencadenan barreras, estereotipos y jerarquías».

Maffía destacó la importancia que operadores de la Justicia estén capacitados en estos temas para poder generar una sociedad más igualitaria en el acceso a derechos.

Durante el taller también se abordó la temática de la diversidad sexual y el acceso a nuevos derechos, y la polémica planteada entre trabajo sexual y prostitución. «Nuestro país es abolicionista por lo que la respuesta debería ser desalentar el ejercicio de la prostitución y la de perseguir a quienes cometen delitos, como proxenetas, explotadores, tratantes. Los Estados son cómplices de los proxenetas, y persiguen a las personas que ejercen prostitución», remarcó Maffía.