Diana Maffía

Esta es la desgrabación y el audio de un reportaje que me realizó el periodista Horacio Embón, en el programa Embón de Vuelta (Radio América) a propósito de acto de reapertura del Teatro Colón.

Horacio Embón: Diana Maffia, ¿cómo va?
Diana Maffia: ¿Qué tal, cómo le va?
H.E.: ¿La invitaron al Colón a usted?
D.M.: Por supuesto. Nos invitaron a todos los diputados y diputadas de la ciudad, legisladores y legisladoras, a muchos funcionarios…
H.E.: Mire qué privilegio…
D.M.: Algunos confirmaron, otros no confirmaron, unos van, otros no van, las reacciones son diversas.
H.E.: Pero hay que ir…
D.M.: Bueno, yo decidí ir no sin dudas, ¿eh?, quiero decir, deliberé antes de tomar la decisión.
H.E.: ¿Y con quién deliberó?
D.M.: Deliberé con mi equipo de asesores, deliberé conmigo misma, deliberé con mi ámbito de convivencia, que es un ámbito de deliberación moral también… porque yo vengo acompañando la lucha de los trabajadores del Colón, me he opuesto a esto que llaman master plan y el modo de llevarlo adelante, voté incluso separada de mi bloque, con un alto costo personal en relación con esta autarquía del Teatro Colón, que desde mi punto de vista no tenía garantías. Pensemos que era una autarquía que le da al jefe de gobierno una capacidad sobre ámbitos que no son de su especialidad, que no tienen que ver con lo artístico, el Colón es un lugar muy específico… Hicimos un esfuerzo, yo (pedí) hace dos meses una entrevista con García Caffi para visitar la obra, en los subsuelos, hace días nos hicieron una visita por los lugares que van a verse, los lugares… y la verdad que es precioso como está el (…), como está el recinto del Colón, han hecho un trabajo impresionante… Lo que hay que ver son otras cosas, y es, hay algo que se ve en el teatro y hay algo que no está a la vista, que es cómo se trata a sus cuerpos artísticos, cómo son los salones de ensayos, qué ha pasado con las cortinas, con las campanas acústicas, cosas que son técnicas donde hay que escuchar a la gente que sabe, y qué pasa con la factoría del Colón, es decir, con ese lugar de maestros, artesanos, que fabrican desde los zapatos, y los telones, y los trajes, qué pasó con todas las partituras, con todo el patrimonio en muebles del Colón, libros, las partituras, los programas, cosas que han quedado archivadas, desparramadas, sin que hubiera previamente un listado de todo lo que había en el Colón, algunas cosas han aparecido en venta por Internet… Es una vergüenza, la verdad es que es una vergüenza, que no se hayan tomado los recaudos y que todo esté preparado solamente para una exhibición, una foto de un día… Bueno, eso muestra la frivolidad de determinadas mentes en relación con aspectos culturales, que son muy idiosincrásicos de la ciudad. A la vez darle la espalda al concierto también me parecía mal, soy legisladora de la ciudad, estoy representando un espacio que es un espacio de todos, donde también hay muchos trabajadores que han puesto su esfuerzo para que llegáramos a este 24 de mayo.

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La Comisión de Cultura de la Legislatura porteña despachó esta tarde un proyecto de mi autoría para declarar sitio cultural al cine teatro Pueyrredón de Avenida Rivadavia 6871, para que sea destinado exclusivamente a cine, teatro y actividades culturales. El proyecto ya contaba con despacho de la Comisión de Patrimonio Histórico y ahora pasará al recinto para ser tratado.

El Cine Teatro Pueyrredón se inauguró en 1873 con capacidad para 2000 personas. A partir de su inauguración no hubo elenco lírico extranjero, concertista consagrado, espectáculo importante circense o de prestidigitación que no debutara en Flores. En 1911 fue rematado y adquirido por la empresa Loccoco Fernández que adquirió el viejo edificio para demolerlo y construir en su lugar una importante y moderna sala de espectáculos que fue orgullo del barrio.

La sala se renovó a fines de la década del 50: el nuevo proyecto eliminó los palcos y dio lugar a importantes murales de Gastón Jarry en las paredes laterales. El Pueyrredón se mantuvo en actividad hasta el 31 de julio de 1989 en que cerró para dar lugar a la agencia hípica Nº 21 “Ladbroker” y cinco locales comerciales desnaturalizando el espacio y desmereciendo al barrio. Finalmente la agencia cerró sus puertas en junio de 2009.

La iniciativa toma como marco el artículo 32 de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, que “garantiza la preservación, recuperación y difusión del patrimonio cultural cualquiera sea su régimen jurídico y titularidad, la memoria y la historia de la Ciudad y sus barrios» y la ley 1029 que se ocupa especialmente de preservar las salas cinematográficas que constituyen un valor cultural para la Ciudad, entre otras ordenanzas. 

Compartimos aquí la cobertura de La Nación y La Razón sobre el tema.

La demora del Poder Ejecutivo porteño en la reglamentación de la Ley N° 2318 sobre prevención y asistencia del consumo de sustancias psicoactivas, promulgada en mayo de 2007, constituye una de mis preocupaciones centrales.

El Ejecutivo demuestra la falta de compromiso con la urgencia que amerita la problemática de adicciones al demorar su reglamentación, y anunciando acciones de prevención y atención que no se cumplen o se ejecutan parcialmente. Así lo demuestra el primer informe trimestral del año realizado por la Unidad de Seguimiento de Políticas Públicas en Adicciones, sobre la actuación de la Coordinación de Atención de Riesgo Adictivo dependiente del Ministerio de Salud, quien debería efectuar el seguimiento de estas metas.

Esta unidad de seguimiento fue creada en el ámbito de mi despacho a principios de 2009 y monitorea constantemente la problemática en adicciones en la Ciudad de Buenos Aires.