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autorDiana Maffía fecha18 Jun 2012 categoriadiálogo, mujeres, niñas/os comentariosDejá tu comentario

3er. Simposium Latinoamericano de Comunidad y Cultura «Violencia Social»

“La oposición al aborto se da en gran parte por cuestiones económicas”

Entrevista publicada en Política Argentina – http://www.politicargentina.com/2012/06/la-oposicion-al-aborto-se-da-en-gran-parte-por-cuestiones-economicas/

 

Por Ana Cabral y Julieta Lutz Díaz

 

La filósofa y docente, Diana Maffía, habló con Política Argentina sobre el fallo histórico de la Corte Suprema de Justicia a favor del aborto en casos de violación. Consideró que es “muy oportuno porque siempre fue aplicado de forma muy restrictiva a lo largo de la historia”, a pesar de que el Código tenga casi 100 años. Explicó que el artículo 86 del Código Penal, que establece las causas de no punibilidad del aborto, no es solamente en la causal de violación en los casos de mujer idiota o demente, es decir, de una mujer que no pueda consentir. “En realidad lo que el Código Penal defiende, cuando dice que hay una causal en la violación o en el atentado al pudor de una mujer idiota o demente, es algo en lo cual no está involucrada la voluntad de la mujer, sea porque fue forzada físicamente o porque no puede consentir”. Es decir, no se puede obligar a las mujeres a un acto heroico porque un acto heroico es meritorio pero no exigible.

También habló de que se han restringido casos vinculados al inciso 1 del artículo 86, cuando hay riesgo para la vida o la salud de la madre. Maffia consideró que el fallo dejó zanjado que no hay que pedir permisos judiciales, porque el artículo 86 habla solamente de dos condiciones: que el médico esté diplomado y que la mujer deje un consentimiento informando la práctica, es decir que no sea un aborto forzado.

¿Cuál es su opinión del último fallo de la Corte sobre aborto no punible?
Me parece que desde muchos puntos de vista el fallo pone claridad. Señala que pedir autorizaciones judiciales es poner una barrera ilegitima al acceso a los derechos de las mujeres y que esto puede conllevar una responsabilidad por parte del personal médico que ponga estas barreras. De todas maneras esto es una cuestión que, a pesar que ha sido dicha con tanta claridad, sigue perjudicando a quienes pretenden imponer una solución uniforme para todas las mujeres sea cual sea su creencia, elección y estilo de vida.

¿Qué se hace con los funcionarios y jueces que tienen estas posiciones tan cerradas, retrógradas y conservadoras?
El fallo es eficaz de manera inmediata. No hay que hacer ninguna ley interna ni ley provincial. Se recomienda tener siempre protocolos de atención porque eso facilita que todo el personal de salud sepa cómo tiene que proceder cuando llega un caso de estos al hospital. Hay un protocolo del Ministerio de Salud de la Nación que es muy bueno y que es perfectamente acorde con el fallo que la Corte acaba de hacer. Así que ese puede ser el protocolo a usar.

¿Ve posible que en la Ciudad de Buenos Aires se apliquen los incisos 1 y 2 del artículo 86 del Código Penal, cosa que usted viene planteando hace mucho tiempo?
La ciudad de Buenos Aires tiene un protocolo que no cumple con la amplitud que está marcando el fallo de la Corte. Precisamente porque era más restrictivo que el Código Penal. Yo hice un proyecto de ley de reglamentación del aborto no punible para los Hospitales Públicos de la Ciudad de Buenos Aires, esto fue entre el año 2007 y 2009 y fue firmado por la Comisión de Salud y la Comisión de la Mujer. Lo despacharon las dos comisiones pero el PRO le agregó un giro a la Comisión de Justicia, que era una comisión que ellos manejaban, y el presidente de esa comisión, del PRO, nunca lo trató y perdió estado parlamentario. Cuando iniciamos el siguiente periodo, 2009-2011, volvimos a presentar el proyecto que era una fusión de 4 proyectos, nuevamente lo despacharon las comisiones de Mujer, Salud y, nuevamente, pidieron el giro a justicia, para otra vez no tratarlo y hacerlo perder estado parlamentario. Tienen un sistema de mala praxis política y una mala voluntad.

María Eugenia Vidal, vicejefa de la Ciudad de Buenos Aires, se proclamó en contra del aborto en cualquier instancia, aun así dijo que iba a dar libertad de acción a los otros miembros de su bloque. ¿Qué pasa con el resto de los partidos?
Si hablamos de cómo imponer las posiciones personales a la totalidad, la vicejefa de la Ciudad y la Presidenta de la Nación (Cristina Fernández de Kirchner) están en exactamente la misma posición que el gobernador de Salta (Juan Manuel Urtubey). Yo creo que es muy grave confundir las convicciones personales con la eficacia que nuestros actos tienen sobre la totalidad de la población. Nuestra responsabilidad cuando estamos legislando o cuando estamos en funciones ejecutivas es la totalidad de la población. Esto es lo que la Corte está aclarando. Está diciendo cuál es el alcance de este marco legal de la no punibilidad. No está avanzando sobre derechos que no hayan sido legislados. El fallo de la corte no es que avanza, sino que sencillamente aclara cuál es ese marco legal.
La mala fe política no es solamente por cuestiones de convicción, religiosas, morales, de valores o por defensa de la vida. Tiene que ver con la enorme cantidad de dinero que mueve el aborto clandestino. Junto con esa movilización de dinero, que en diez días produce más transferencia al sector privado de la medicina que todo le programa de salud sexual y reproductiva en un año, porque es muchísimo el dinero. Hay aproximadamente 400 mil abortos por año en la Argentina. Las motivaciones en gran parte son corporativas y económicas.

Luego de este fallo, ¿ve que hayan más posibilidades de que el debate sobre de la despenalización del aborto pase a los recintos del Congreso?
Me parece que son dos cosas diferentes. El fallo sobre aborto no punible nos da un respaldo muy importante. También nos da seguridad al momento de exigir nuestros derechos pero son los derechos que ya teníamos. El debate en el Congreso es un debate que hay que dar. Yo creo que está maduro en la sociedad y que es una falta de inteligencia de la Presidenta de la Nación impedir ese debate porque los propios diputados y diputadas de su bloque tienen interés en que esto sea discutido y han trabajado mucho en el proyecto. No es que ella tenga que decir una palabra a favor, sencillamente debe dejar actuar al Congreso que es quien representa la voluntad de la ciudadanía.

Pero aparentemente dijo que, en caso de que se apruebe, ella no la va a vetar…
En la apertura de sesiones no mencionó este proyecto. Cada vez que le preguntaron sobre el tema dijo que estaba en contra. Cuando se le preguntó en campaña dijo que ella era peronista y no feminista, lo cual implica una penosa confusión porque hay muchas feministas peronistas. Creo que alcanzaría con que deje que el Congreso lo discuta y se comprometa a no vetarlo. Pero el problema es que ya se sabe de hegemónico este sistema gubernamental. Ella da la orden o impide que las cosas ocurran. El año pasado esto se estaba discutiendo y ella frenó este debate. Hizo que sus diputados no firmaran la resolución que estaba sacando la comisión de penal. Así que su palabra pública va por un lado y sus acciones van por otro.

Trabajo y evolución histórica de los Derechos de Género

Si mata no es amor

Texto leído el último 22 de abril en la Feria del Libro. “Asesinadas en nombre del Amor: violencia de género», Mesa Redonda junto a
Catalina Boccardo, Cristina Civale y Naela Chohan (embajadora de Pakistán). Coordinación: Víctor Redondo. Organizada por la SEA (Sociedad de Escritores y Escritoras de la Argentina).

 

Por Diana Maffía (IIEGE – UBA)

 

En la Cámara de Diputados de la Nación se acaba de dar media sanción al proyecto de incorporar al código penal la figura de “femicidio”, como efecto de la visibilidad de los crímenes de mujeres que forma parte de la estrategia de incidencia política del feminismo. Para que fuera posible mirar los asesinatos de mujeres de esta manera, hizo falta dejar de naturalizar la violencia en las relaciones interpersonales como exceso pasional, y a la vez dejar de ver estos casos como crímenes individuales y percibir el patrón colectivo que los posibilita.
Cuando el psicoanálisis tradicional aplica a las mujeres que sufren violencia la caracterización de “masoquistas”, las hacen corresponsables como víctimas, poniendo énfasis en el vínculo como si fuera patológico e involucrara a una pareja que se vuelve así “anormal”. Pero la crítica feminista precisamente va a poner el foco en las estructuras de dominio y de poder que hacen de toda mujer, por su mera condición de mujer, un sujeto vulnerable a la violencia como reaseguro de la posesión y el sometimiento.
Las acciones de violencia sobre una mujer pueden llevar a esa mujer a la muerte; pero las palabras para describir esa violencia nos ponen en peligro a todas. El propio hecho de comunicar los episodios de violencia extrema y los femicidios en los medios masivos de comunicación tienen efectos paradojales. Ante las noticias difundidas, muchas mujeres relatan que sufren amenazas de que les va a pasar lo mismo si no son dóciles, o se minimizan sus quejas porque la violencia que sufren no es comparable a la que toma estado publico, o los victimarios imitan como por contagio los mecanismos violentos. Este es el caso, a partir del resonante episodio del baterista de “Callejeros”, con la difusión de varones que prenden fuego a las mujeres, episodios que se agudizan multiplicándose cuando son difundidos. Imaginemos el efecto si además estos crímenes permanecen impunes. Su difusión, lejos de darle recursos de advertencia a las posibles víctimas, refuerzan la posición del victimario.
Sin embargo, el avance en las políticas públicas contra la violencia, la aceptación del Estado del papel que le cabe en garantizar la integridad de las mujeres como condición de su ciudadanía, comenzó precisamente con un femicidio de gran repercusión: el asesinato de Alicia Muñiz por parte de Carlos Monzón. El reconocimiento público de las figuras involucradas le dio una trascendencia al hecho que pronto pasó a ser debate sobre la violencia doméstica.
Recién a partir de este caso comenzaron a crearse áreas de atención, y a apoyarse a las organizaciones de mujeres que venían luchando contra este flagelo a través de grupos de autoayuda pero sin recursos estatales como dispositivos de salud y de refugio. Mar del Plata, el lugar donde había ocurrido este hecho, fue escenario también de otro escalofriante episodio femicida: el asesinato de prostitutas que se atribuyó a un inexistente “loco de la ruta”, pero que luego de una cuidadosa investigación llevada adelante por un juez local, reveló la trama de corrupción policial, judicial y política en la explotación de la prostitución. …Continuar leyendo

Los libros de la amistad

*Artículo publicado en el Suplemento Las/12 el pasado viernes 9 de marzo. 

Por Paula Jimenez 

En San Telmo, la filósofa feminista Diana Maffía materializó un sueño común a quienes vienen trabajando por los derechos y los placeres de las mujeres: una biblioteca feminista y un centro cultural donde el violeta todo lo tiñe y la amistad entre mujeres es un vínculo tan personal como político.

 Cuando se abre la puerta del viejo galpón de la calle Tacuarí 538, hoy remodelado, se impone un salón amplio de color terracota y amarillo que invita a pasar. Y que invita, es que invita. Cuenta Diana Maffía, la directora de este centro cultural, que las personas que hasta ahora lo han visitado se sienten rápidamente cómodas en él, como en su propia casa. Hacia el fondo, un altísimo ventanal deja entrar la luz que viene de un patio interno y cae sobre una mesa. Alrededor, libros. En los estantes que revisten las paredes, en el piso, adentro de las cajas, apilados en un escritorio. En todas partes hay libros. La mayoría sellados. En la primera hoja, algunos dicen Biblioteca Personal Lea Fletcher, otros Biblioteca Personal Lili Soza de Newton, Biblioteca Católica por el Derecho a Decidir o, finalmente, Biblioteca Diana Maffía. Son los nombres de quienes han puesto a disposición su propia colección de libros para que pueda ser consultada en la sala de lectura de la Biblioteca Feminaria, ubicada en el primer piso de este espacio que Maffía llamó Tierra Violeta. A la lista actual de colecciones se sumarán otras, como la de la feminista Mabel Bellucci, quien donará próximamente la suya sobre aborto.

El sueño de este lenguaje común empezó 20 años atrás. Era el tiempo en que Diana y Lea hacían la revista Feminaria, dirigida por Fletcher. Cuenta Diana –mientras revisa con sus grandes ojos claros escenas que parecían haber quedado en el recuerdo– que en ese entonces ambas imaginaban concretar esto que ella misma bautizó “Consorcio de Bibliotecas”: “Esta es una figura que se me ocurrió a mí y que antes no existía. La idea es que una no pierde la propiedad de sus libros sino que los pone a disposición del público consultante. El origen queda sellado en el libro. Lea y yo teníamos una cantidad tan inmensa que se nos caían encima, y pensábamos que era una pena no hacer algo con todo eso. Para nosotras era absurdo que fueran sólo personales y que cada vez que alguien tenía que investigar tuviera que venir a nuestras casas. Juntas empezamos a especular sobre el apego que sentíamos por esos libros y al mismo tiempo sobre esa necesidad de compartirlos”.

A lo largo de estos 20 años pasó de todo. Lea Fletcher se volvió a su país, EE.UU., y le dejó a Diana, en custodia, su completísima biblioteca. Por otra parte, el editor José Luis Mangieri murió y la hizo a Diana heredera de un arsenal de libros de poesía escritos por mujeres. Mientras tanto, el fondo editorial de la revista Feminaria permaneció intacto, guardado dentro de cajas de cartón perfectamente embaladas. Pero, afortunadamente, esos ejemplares ya salieron de su encierro y pasaron a formar parte de un complot anticapitalista que le hace brillar los ojos a Maffía de sólo nombrarlo: el trueque. Esta feria de intercambio, donde se pudo retirar un libro a contra entrega de material literario para seguir nutriendo la biblioteca, fue una de las actividades realizadas ayer, el Día Internacional de la Mujer, en Tierra Violeta. También hubo proyección de fotografías de activismo del movimiento de mujeres, a cargo de Pao Raffetta y un show acústico de la joven música Paula Maffía.

Alrededor de esta construcción solidaria y común es, justamente, sobre lo que versa el primer seminario dictado en este centro cultural, cuyo tema será, ni más ni menos, que la amistad entre mujeres. El primer encuentro tuvo lugar el 5 de marzo, se llamó “La amistad entre mujeres: lo indecidible” y estuvo a cargo de Eva Giberti; el siguiente será el 13 de marzo y expondrá Lea Fletcher, su tema será “La amistad entre mujeres: su significado para el feminismo”; del 20 de marzo estará a cargo Dora Barrancos y llevará por nombre “La amistad entre mujeres: refugio de un mundo sin piedad”. Por último, el 27 de marzo, la misma Diana Maffía cerrará el ciclo: “En mi caso, voy a tomar el aspecto político. De qué maneras este lazo, tradicionalmente, ha sido un factor de coherencia social necesario para constituir una sociedad. Ahora bien, ¿qué pasa cuando las mujeres quedamos fuera de ese aspecto público de la construcción del Estado, individualizadas en nuestras tareas domésticas y separadas entre nosotras? ¿Cómo podemos recuperar esa cohesión social y darle un valor político? Y a la vez intentar pensar nuestra crítica feminista a esa cohesión social, que en realidad es patriarcal y de intereses misóginos, donde el lugar de las mujeres era el lugar de lo apropiado y no el lugar de sujeto amoroso en una sociedad”.

Además de estimular el pensamiento y el debate, el proyecto de Tierra Violeta parece tener que ver con propiciar y estimular la alianza entre mujeres a través de los hechos. El ejemplo es clarísimo: Dora, Eva, Lea y Diana no son sólo cuatro históricas y pasionales feministas sino también íntimas amigas entre sí, y el seminario no sólo rinde homenaje a esas sólidas relaciones sino que predica en contra de los consabidos embates desvincularizantes que han puesto a la competitividad como modelo vincular femenino.

En Tierra Violeta funcionarán tres áreas diferentes. Una es la parte del centro cultural, donde habrá una sala de teatro independiente y se llevarán a cabo actividades de distinto tipo: seminarios, talleres, shows, piezas teatrales, presentaciones de libros. Otra es la biblioteca y los talleres literarios. Y la tercer área estará dedicada al estudio y formación feminista y de políticas públicas, como también a los cursos de capacitación sobre feminismo y política. Es que este espacio cultural ha sido pensado para que el arte, el pensamiento político y la investigación teórica puedan convivir y ser entendidos como diferentes ópticas de un mismo universo. Una vez más, cumplir el sueño de un lenguaje común.

Más información en info@tierra-violeta.com.ar