El próximo 30 de marzo a las 18 hs. participaré en la mesa de presentación del libro El derecho a la vivienda en la Ciudad de Buenos Aires. Reflexiones sobre el rol del Poder Judicial y las Políticas Públicas, elaborado en conjunto por la Asesoría General Tutelar y la Comisión de Vivienda de la Legislatura de la CABA, junto a la asesora general tutelar Laura Musa, la dip. Rocío Sánchez Andía y el dip. Martín Hourest, en el Salón Intersecretarías de la Legislatura de la CABA. Perú 160, Planta Principal. En el marco del encuentro se dará a conocer el proyecto de ley “Prioridad de niñas, niños y adolescentes en las políticas públicas de vivienda de la Ciudad de Buenos Aires”. Se entregarán ejemplares del libro a lxs presentes. ¡Lxs esperamos!
El próximo lunes 28 de marzo a las 18 hs., celebraremos el acto de entrega del Diploma de Personalidad Destacada en el ámbito de los Derechos Humanos de la C.A.B.A. a Blanca Santucho (Ley 3656), en el Salón Montevideo de la Legislatura de la C.A.B.A., Perú 160, planta baja. Participarán del acto, además de la homenajeada, la diputada Diana Maffía, autora del proyecto, la diputada nacional Fernanda Gil Lozano y la senadora Norma Morandini (a confirmar).
Blanca Rina Santucho nació en Santiago del Estero, hija del matrimonio entre Francisco Santucho y Elmina Juárez, y hermana de Amílcar Latino, Raúl Alberto, Carlos Híber, Francisco René, Omar Rubén y Oscar Asdrúbal; y de Mario Roberto, Manuela Elmina y Julio César, fruto del segundo matrimonio de su padre con Manuela del Carmen Juárez.
En 1970 comenzó una persecución policial a la familia Santucho que se tornaría sistemática, debido a la intensa militancia política de algunos de sus integrantes, que tuvo en Mario Roberto, fundador y secretario general del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y comandante del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), su mayor exponente. La saga de violencia ejercida por el terrorismo de Estado se inició en agosto de 1972, cuando la primera mujer de Mario Roberto, Ana María Villarreal, fue asesinada en la tristemente célebre «Masacre de Trelew», y continuó con los asesinatos y desapariciones de Francisco René, Mario Roberto, hermanos de Blanca, y su sobrina María del Valle; los asesinatos de sus hermanos Oscar Asdrúbal y Carlos Híber; y las desapariciones de su hermana Manuela Elmina, su sobrina Mercedes Elmina y sus cuñadas Cristina Navajas y Liliana Delfino, sumado a la detención a disposición del PEN de otros/as integrantes de la familia.
Luego del golpe militar, Blanca se exilió junto a sus padres y organizó una campaña de denuncia de los crímenes cometidos por la dictadura en la Argentina, y en particular con su familia. Desde Cuba viajaron a Estados Unidos, donde sus padres dieron una conferencia de prensa en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. En diciembre de 1976, Blanca y sus padres viajaron a Europa, donde intensificaron la campaña solidaria con los/as presos/as políticos/as y recibieron el apoyo de distintos partidos, medios de comunicación, de personalidades de la cultura de Francia e Italia y del Papa Paulo VI.
Blanca Santucho regresó definitivamente a la Argentina antes de las elecciones del 30 de octubre de 1983. Allí tomó contacto con organismos de derechos humanos como el CELS, Familiares de Desaparecidos y la APDH; y más tarde, con la CONADEP. Tal vez la materialización de este calvario familiar traducido en lucha y testimonio es el libro Nosotros, los Santucho, escrito por Blanca y publicado en 1997.
Blanca es sinónimo de una lucha en primera persona permanente e incansable -aunque muchas veces solitaria- por alcanzar la Verdad y Justicia en condiciones de adversidad. Desde hace cuatro años reside en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, tiempo durante el cual se dedicó exclusiva y denodadamente a la búsqueda de los restos de su hermano Mario Roberto, los cuales se encontrarían, según coinciden varios testimonios, dentro de los límites del cuartel militar de Campo de Mayo. Esta misma Casa se pronunció a favor de declarar el apoyo en la búsqueda de los restos de su hermano para darle cristiana sepultura (Declaración 118/2008).
La Ministra de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Dra. Carmen Argibay, recibió este martes la distinción de Ciudadana Ilustre de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el Salón Dorado de la Legislatura porteña.
Con gran afluencia de público, el acto de homenaje estuvo presidido por el Vicepresidente 1º de la Legislatura, Dip. Oscar Moscariello, la Dip. Nac. Marcela Rodríguez y la Dip. Diana Maffia, autora de la Ley 3746/10, junto con la Dra. Argibay.
Entre lxs asistentes al acto se encontraban el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti y el ministro de la Corte Juan Carlos Maqueda; Alicia Ruiz y José Osvaldo Casás del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires; el presidente de la Auditoría General de la Nación, Leandro Despouy; las ciudadanas ilustres Florentina Gómez Miranda y Nelly Minyersky; la Dip. Nac. Elisa Carrió, y otrxs diputadxs y legisladorxs. Se leyeron varias adhesiones, entre ellas la de la embajadora estadounidense, Vilma Martínez, y Eva Giberti, coordinadora del programa Las víctimas contra las violencias del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
Marcela Rodríguez, Diana Maffía, Carmen Argibay y Nelly Minyersky
Antes de la entrega del diploma distintas personalidades hicieron uso de la palabra para destacar la trayectoria personal y profesional de Carmen Argibay. Susana Medina de Rizzo, presidenta de la Asociación de Mujeres Jueces de la Argentina, relató que Argibay las convocó en 1993 como juezas a trabajar por los derechos humanos de todxs, especialmente de las mujeres y, sobre todo, de las excluidas. Por su parte, la Defensora General de la Nación, Stella Maris Martínez, destacó la generosidad y humildad de la homenajeada, señalando que siempre las lideró como mujeres de la Justicia, generando espacios de poder que permitan avanzar en la igualdad de oportunidades.
Mientras tanto, la Dip. Nac. Marcela Rodríguez destacó la coherencia entre las palabras y las prácticas que siempre caracterizan a Carmen Argibay, además de tener como uno de sus principios fundamentales hacer lo correcto, no sólo en términos jurídicos sino éticos.
A su turno, Diana Maffia, autora de la ley que declaró a Argibay ciudadana ilustre, expresó que “es un testimonio de trayectoria virtuosa, luchando sin descanso por un justicia no androcéntrica que incluya a mujeres y varones en formatos igualitarios. Los valores y principios de Carmen son una garantía para el ejercicio de la democracia y la práctica de la justicia”.
Por último, la homenajeada agradeció a la concurrencia y a las personas que trabajan junto a ella, además de señalar que queda mucho camino para lograr la ciudadanía plena de las mujeres y alcanzar la paridad.
El cierre del acto contó con la actuación del grupo musical Las Taradas.
Discurso de la Dra. Carmen Argibay y entrega de la distinción (Fuente: Centro de Información Judicial).