Charla abierta: Crímenes patriarcales: Feminicidios y Travesticidios
Charla abierta | Crímenes patriarcales: Feminicidios y Travesticidios
Charla abierta | Crímenes patriarcales: Feminicidios y Travesticidios
Comparto con ustedes la nota publicada por la Agencia Presentes en su edición del primero de junio.
Ilustración portada: Florencia Capello
Gráficos: Registro de Femicidios
A tres días de la marcha contra la violencia machista #NiUnaMenos, desde la Oficina de la Mujer y de la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia argentina presentaron el Registro de Femicidios de 2016, contabilizando un total de 254 víctimas en todo el país, cinco de esas personas eran mujeres trans y travestis.
La inclusión de víctimas travestis y trans se hizo por un trabajo conjunto de la Corte con el Observatorio de Género de la Justicia del Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires y su área de diversidad sexual.
“La titular del área de diversidad del Observatorio era Lohana Berkins, que falleció el año pasado, y ella decía que así como existe un sistema femicida, también existe un sistema travesticida que empieza con las expulsiones en los hogares familiares y llega a su máxima expresión en los asesinatos y muertes. Que el asesinato de la referente Diana Sacayán en 2015 fuera tipificado e investigado como femicidio fue decisivo para integrar a los transfemicidios y travesticidios al Registro, un trabajo que hicimos con Alejandra Sardá y Blas Radi”, dijo a Presentes Diana Maffía, titular del Observatorio de Género de la Justicia del Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires.
Los cinco travesticidios y transfemicidios contabilizados en el Registro de la Corte Suprema ocurrieron en Jujuy, Formosa, Río Negro, Mendoza y Misiones.
La cifra resulta muy inferior a las víctimas registradas por organizaciones de la diversidad sexual que contabilizaron al menos 16.
Por su parte, el Observatorio de Femicidios en Argentina Adriana Marisel Zambrano, coordinado por La Casa del Encuentro, y el de las Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá) había registrado 11 travesticidios en 2016.
“Esta diferencia numérica tiene que ver con la judicialización de los casos. Porque este registro se basa en los expedientes y los travesticidios y transfemicidios no son tipicados ni investigados como tales y suelen quedar impunes. Los jueces y fiscales caratulan como les parece”, dijo Maffía.
El Registro de Femicidios de la Corte Suprema se alimenta de los registros de las oficinas de género de las cortes provinciales, que envían la información. “Los funcionarios judiciales deberían ser formados y capacitados. En el caso de las personas travestis y trans, además, se agregan otros contextos de violencia y muerte que no son tomadas en cuenta por la Justicia y quedan impunes”, agregó Maffía.
Por su parte, la referente de OTRANS Argentina, Claudia Vazquez Haro, que viene denunciando ante la Justicia las muertes de sus compañeras y sufrió un intento de asesinato hace menos de un mes, dijo que el registro es un avance pero “dista de la realidad en que vivimos y morimos diariamente travestis y trans. Esto habla de un sistema judicial que es profundamente patriarcal, heteronormativo y discriminatorio”.
Desde la Corte Suprema se anunció también la creación de un Observatorio de causas por femicidios, que estará a cargo de la Oficina de la Mujer del alto tribunal y donde estarán comprendidos los travesticidios y transfemicidios.
La Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belem do Pará) imponen a sus Estados parte el deber de implementar políticas públicas para eliminar toda manifestación de discriminación y violencia contra la mujer.
Fuente; agenciapresentes.org/2017/06/01/travesticidios-la-corte-los-incluyo-primera-vez-registro-femicidios/
Travesticidios: la Corte los incluyó por primera vez en su registro de femicidios
Comparto con ustedes el video de mi participación en las Jornadas «El rol de la mujer en la sociedad» que se realizaron el 8 y 9 de marzo en el Teatro Municipal de Quilmes, con organización de la la Asociación de Mujeres por la Justicia, y el Municipio.
Mi conferencia tuvo el siguiente título: «Cuerpos enajenados: la propiedad sobre el cuerpo de las mujeres como fundamento de la violencia».
Comparto con ustedes la entrevista publicada en el portal Notas del 28 de noviembre.
El 25 de noviembre es un día de lucha en la agenda feminista de toda Latinoamérica. En ese marco, Código de Radio* entrevistó a Diana Maffía, doctora en Filosofía por la UBA y Directora del Observatorio de Género del Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires.
La violencia de género, señala Maffía, es una cuestión política aunque se exprese en la violencia interpersonal, porque se da en el marco de relaciones de poder. Al ser consultada por las características de la violencia hacia las mujeres, explicó que “es una violencia que intimida, minoriza, amenaza a las mujeres y condiciona su participación en la vía pública”. “De hecho los femicidios tienen que ver con el marco de desigualdad en el que se dan y muchas veces quedan impunes”, agregó.
Con respecto a las particularidades que la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres tiene este año destacó que, por los espantosos femicidios que ocurrieron a lo largo del país -como en Mar del Plata el reciente caso de Lucía Perez– y por el fuerte activismo de las marchas por “Ni Una Menos”, existe un gran y creciente alcance en la opinión pública.
“Tenemos un movimiento de mujeres muy impresionante, se ve en las movilizaciones y en la persistencia de los Encuentros Nacionales de Mujeres, a pesar de las represiones policiales que tuvieron lugar por ejemplo en el encuentro de Mar del Plata. Son experiencias absolutamente conmovedoras, ver que una ciudad es segura cuando las mujeres están en la calle”, dijo Maffía. “Precisamente los lugares que son peligrosos para las mujeres son los refugios para otros, que son los lugares privados. Los lugares donde se ejerce la violencia son las casas y por lo general en horarios que las oficinas de asistencia no trabajan, como los fines de semana, las noches y los feriados”, expresó.
La filósofa feminista reflexionó acerca del recrudecimiento de la violencia que sigue a estas grandes movilizaciones que, según ella, podría interpretarse como una manifestación de temor, de sensación de amenaza por parte de los hombres violentos ante el avance y empoderamiento de las mujeres. Este tipo de reacción, advirtió, resulta “muy penosa, porque nadie que participe en el feminismo quiere sojuzgar a los varones, sino que queremos que no haya reglas patriarcales en las relaciones de poder”. En ese sentido, remarcó la importancia de la comunicación y la cultura, que deben ser buenas trasmisoras de los objetivos del movimiento feministas para que no “nos maten como moscas”.
Para la Directora del Observatorio de Género del Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires, el feminismo tiene que reaccionar contra las formas de explotación del capitalismo, que establece roles muy rígidos para las mujeres. Estos tienen que ver con la acumulación del capital e incluyen exigencias como el trabajo doméstico y la reproducción biológica, en detrimento de espacios de encuentro que permitan fortalecernos y armar estrategias colectivas femeninas. Agregó que el nivel de explotación se exacerba todavía más en las duras condiciones económicas que atraviesa nuestro país en este momento, ya que, en pocas y precisas palabras, “la pobreza tiene género”.
Para Diana, el feminismo es un movimiento político, una postura ante la vida. Para ser feminista no interesa el sexo que nos fue asignado al momento de nacer, “no interesan las hormonas”, sino el compromiso en la práctica cotidiana, no sólo en lo discursivo. Para ella, el feminismo en la actualidad tiene que replantearse sus prioridades: la “grieta política” de la que se habla también lo afectó y “las fidelidades partidarias son muy perjudiciales, porque las posturas partidarias tienen que ver con reglas muy misóginas, los partidos siguen siendo misóginos”.
Como ejemplo, destacó la poca conciencia con la que se debate la paridad de género. Maffía apoya fuertemente esa ley y reconoce que desde que las mujeres se sientan en las bancas, se empezaron a legislar normas que afectan directamente los cuerpos de las mujeres y por lo tanto su posibilidad de ciudadanía. Citó como ejemplos las leyes de trata, salud sexual y reproductiva, lactancia materna, violencia, parto humanizado, entre otras. Así, estas mujeres legisladoras constituyeron una masa muy crítica que, a pesar de su diversidad política partidaria, tenían en mente la percepción de ciertas urgencias, ciertas necesidades con respecto a los derechos de las mujeres y pusieron de manifiesto que los cuerpos de las mujeres son parte de un territorio en disputa.
Refutó los argumentos que dicen que a las bancas hay que llegar por capacidad y no por el sexo, en tanto el cupo no se contraría con la capacidad de las mujeres que ocuparían los cargos. De la misma manera, frente a los argumentos que expresan que disponer un cupo femenino obliga a disponer otros para grupos minoritarios como discapacidad y pueblos originarios, afirmó que esas posturas no reconocen que los hombres que se encuentran en el poder no representan a ninguna de estas minorías y que es deber tanto de los hombres como de las mujeres representarlas.
“No se trata de mujeres contra otras minorías, se trata de que no sean solamente los sujetos hegemónicos de la sociedad los que impongan sus intereses y sus puntos de vista. Estas medidas de cupos siempre se piensan como temporales, hasta tanto haya una convicción de los partidos políticos del valor de tener mujeres tanto como hombres dentro de sus listas”, concluyó Maffía.
Julia Rigueiro