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La idea es que la mujeres podamos decidir

Comparto esta entrevista realizada por Claudia Korol y Paula Lorenzo

La filósofa feminista conversó con los micrófonos de Aprendiendo a Volar sobre los debates en torno al derecho al aborto seguro, legal y gratuito, junto con dar su punto de vista referido a cómo se está llevando esta discusión, tanto en el Congreso como en otros ámbitos.

Hay un contraste, me parece, entre el esfuerzo argumentativo de quienes estamos a favor de la legalización y el poquísimo esmero de quienes objetan la ley”, sostuvo la referente de género.

En charla con Claudia Korol y Paula Lorenzo, Maffía, sostuvo que “la idea es que la mujeres podamos decidir”, donde se entrelaza el concepto de la libertad de abortar, donde el Estado no debe poner obstáculos para ejercer este derecho y garantizar su accesibilidad.

La entrevista en Radio Cut:

Antiderechos: la maternidad del lado de la naturaleza y no de la cultura

Comparto con ustedes un fragmento de la nota publicada en Kaos en la Red, a partir de la entrevista en diálogo con Alfredo Grande en el programa Sueños Posibles por La Retaguardia

Argentina. “Los sectores antiderechos mantienen a la maternidad del lado de la naturaleza y no de la cultura”

Por La Retaguardia

“La legalización del aborto es un reclamo constante desde el feminismo y el movimiento de mujeres. Pensemos que los Encuentros Nacionales de Mujeres, que se hacen desde 1986 una vez por año, todos los años reclaman la legalización y la despenalización del aborto. Todos los años en la marcha. Desde hace ya unos diez años, con los pañuelos verdes, que fue una iniciativa de Católicas por el Derecho a Decidir cuando fue el Encuentro en Rosario (en 2003). Los llevaron como signo del reclamo y eso fue tomado luego por todo el movimiento de mujeres y hoy día incluso internacionalmente. El pañuelo verde de la Campaña por el derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito es un emblema de derechos humanos, sexuales y reproductivos. Creo que es una constante”, definió Maffía. “Lo que sí es deslumbrante es cómo de golpe florece ese reclamo y se transforma en una movilización social muchísimo más amplia. El debate legislativo es oportuno, necesario y es el lugar donde debe darse porque es el de la pluralidad política. En la Justicia o el Ejecutivo hay que tomar medidas en relación al aborto pero esas medidas no son frutos de la pluralidad de las opciones electorales que tiene la población. Pero se está debatiendo en todas partes. Donde vayas: en las universidades, en los negocios, en los café, en la calle. En todas partes. Se está discutiendo socialmente en las casas. Las familias, generaciones enteras, chicas que descubren que sus abuelas ya luchaban por el derecho al aborto. Ocurren cierto tipo de cosas que generan una genealogía, una historia de este reclamo, muy valiosa. Atraviesa todas las clases sociales, han querido demostrar que este era un reclamo de clase media y llevar personas en una utilización siniestra”, denunció sobre los argumentos contra la legalización. “Personas de una villa para que reclamen por el derecho a la vida, cuando en realidad hay muchas maneras de reclamarlo, no hay que renunciar por supuesto a ese reclamo. Es un reclamo vital y no es este el país en el que ese derecho ha sido vulnerado sistemáticamente en nombre del derecho a la propiedad, así que claro que es un derecho importante”, consideró.

“El tema son los conflictos de derechos: qué vidas cuentan y hay un movimiento antiderechos que pasea un feto sin útero. Cuando hablamos de aborto estamos hablando de un feto que no tiene sobrevida fuera del útero, si no es una inducción al parto”, puntualizó. “Nos referimos al primer trimestre, es lo que se pide dentro de la ley, y se pasea un feto con un cordón umbilical que no lleva a ninguna parte, desenchufado, sin útero. Es decir, las mujeres no somos registradas como sujetos de derechos. La idea de una vida es la idea de algo que progresa solo, sin que nosotras seamos responsables de esa vida, tengamos alguna incidencia en la continuidad o no de ese embarazo o nuestras vidas se vean o no afectadas por él. Creo que hay mucha verdad en el ambiente, para quien quiera leer el mensaje de lo que está ocurriendo es muy significativo”.

Maternidad y deseo

“Los sectores antiderechos mantienen a la maternidad del lado de la naturaleza y no de la cultura. Hay que pensarlo como un debate que atraviesa a una enorme diversidad de mujeres. Los antiderechos son casi todos varones de la UCA y la Universidad Austral; es decir, dos usinas masculinizadas de imposición sobre el resto de la sociedad de sus condiciones dogmáticas. También las feministas hacemos patriarcados sustentables cuando nos conformamos con una cierta comodidad, un estándar mínimo que no cambia radicalmente las cosas”, advirtió.

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Mayo Frances: Las mujeres a la calle

Comparto con ustedes un fragmento del artículo sobre el Mayo Francés publicada por Miriam Lewin el pasado 17 de mayo:

Mayo Francés: las mujeres a la calle, pero no al poder

Muchas veces se ha planteado la pregunta sobre el rol de las mujeres en el Mayo Francés. ¿Fue revuelta realmente la cuna del feminismo? No se trató- de una rebelión en la que estuvieran ausentes las estudiantes primero y las obreras después. Hubo incluso reivindicaciones que las involucraban, como el aborto o la libertad sexual. Sin embargo, la historia indica que recién en 1970 se creó en Francia el Movimiento de Liberación de las Mujeres.

¿Se puede decir que por primera vez fueron verdaderamente escuchadas sus voces en las calles del Barrio Latino?

Hacía menos de seis meses que, en Francia, se podía acceder legalmente a la píldora anticonceptiva. El impulsor de la medida, el político Lucien Neuwirth, que fue calificado como «asesino de niños» , logró -depués de explicarle la necesidad de la legalización- que el presidente De Gaulle le diera luz verde y afirmara: «Tiene usted razón. Transmitir vida es importante. Hace falta que sea un acto lúcido».

En 1965 , en el país considerado cuna de los derechos humanos todavía se requería la firma del marido para que una mujer abriera una cuenta de banco, dispusiera de bienes propios y ejerciera una actividad profesional.

El feminismo como tal, ya había nacido mucho antes, en el siglo XIX y en la primera mitad del XX. En este sentido la filósofa Diana Maffia es categórica: El Segundo Sexo, de Simone de Beauvoir es de 1949, y al año siguiente ya estaba traducido en nuestro país. Muchas mujeres lo leyeron y ya había feministas argentinas (además de las primeras, que yo ubicaría a fin del siglo XIX, sobre todo las anarquistas y socialistas). Y esto sucedió mucho antes del Mayo Francés». Maffia dobla la apuesta :»Si vamos a referirnos a los reclamos por una nueva universidad, la reforma Universitaria de 1918 se adelantó medio siglo a las revueltas universitarias de París y de Tlatetolco».

Estaban en las asambleas, pero rara vez tomaban el micrófono.                                                                                                                                                                                AFP
Estaban en las asambleas, pero rara vez tomaban el micrófono. AFP

Solo para la foto

¿Por qué tenemos la idea de que la gesta de París que unió a obreros y estudiantes e hizo tambalear el poder de Charles De Gaulle fue protagonizada por mujeres que impusieron sus demandas?

Para Dora Barrancos, socióloga, el Mayo Francés no significó un ariete fundamental con relación al feminismo. «Se impone sin embargo recordar la masiva participación de muchachas en ese ciclo, una exhibición de mediados de los ’60 con el notable aumento de la participación de las mujeres en la vida universitaria. Basta volver sobre las fotografías del acontecimiento para observar el fenómeno que probablemente reverberó en el surgimiento de nuevas subjetividades femeninas», señala.

En efecto, el imaginario colectivo se construye a través de las imágenes, de modo que las fotos de las mujeres participando en la misma medida y número que sus compañeros en las manifestaciones, incidieron en la idea de que no se trataba de un movimiento de hombres. Pero lo real es que las chicas, las bellas francesas de minifalda y puño en alto, solo actuaron como portaestandartes de sus camaradas.

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La nota completa en https://tn.com.ar/sociedad/mayo-del-68-mujeres-en-las-fotos-pero-sin-poder_866987

Epistemología feminista y derechos

El 16 de mayo de 2018 participé en el marco del ciclo de conferencias organizado por la Maestría en Filosofía del Derecho con una disertación sobre Epistemología feminista y derechos.

A continuación pueden acceder al video completo publicado en el canal de DerechoUBA en YouTube.

 

“Lo personal es político”, entrevista en Diario Femenino

Comparto con ustedes esta entrevista publicada en Diario Femenino el pasado 30 de abril.

“Lo personal es político”, una entrevista a Diana Maffía

Diana Maffía, filósofa feminista, directora del posgrado de Género y Derecho de la Facultad de Derecho de la UBA y directora del Observatorio de Género en la Justicia disertó en la Cámara de Diputados de la Provincia de La Pampa acerca del slogan, “Lo personal es político”, junto a Silvina Molina.

Durante su paso por La Pampa, Maffía dialogó con Lisandro Moreno y Laura Mercado en el programa “Despertando a la Trama”, que se emite por Radio La Tosca, sobre la charla pública “Lo Personal es Político: Sexo, Género y Feminismo”.

Lo personal es político

Este slogan tuvo su aparición en el feminismo a fines de los años 60 y durante los 70. Maffía explicó que esto apuntaba a “modificar la visión desde el feminismo sobre las cuestiones que significaban violaciones de derechos hacia las mujeres. Pensarlas como cuestiones colectivas, como experiencias colectivas y tratar de sacar de eso una conclusión acerca de las responsabilidades del Estado en, por ejemplo, garantizar a las mujeres una vida libre de violencia”.

Sin embargo, a pesar del paso de los años, es importante pensarlo en la actualidad debido a que “esas experiencias que aparecen como individuales, como interpersonales, íntimas, están atravesadas por situaciones de poder, de jerarquías y de estructuras sociales que hacen que las mujeres seamos más vulnerables y nuestros derechos sean más fácilmente olvidados. No hay más que ver cuánto tardamos, casi un siglo, en discutir la despenalización del aborto”.

En la actualidad, Maffía reconoció que hubo muchos avances en la conciencia colectiva. Esto no ha ocurrido solo en las mujeres, sino que para la filosofa feminista también en lo que significa “la responsabilidad frente a los derechos humanos de toda la sociedad, no solamente de aquellos que van a ser afectados en sus derechos”. A su vez, destacó el cambio generacional y sus impactos al afirmar que “las mujeres jóvenes tienen un activismo y un modo de participación realmente muy sorprendente de la utilización performativa de los cuerpos, de pensar el espacio público como un espacio de manifestación”.

Por otra parte, no fue ajeno a su reflexión el rol que juegan los medios de comunicación. El feminismo se instala a pasos agigantados en diversos programas muy populares y para Maffía esto resulta positivo debido a que todo espacio en donde haya posibilidades de debatir ideas debe considerarse valioso.

Sin embargo, alertó acerca de algunos riesgos y manifestó que “hay, a veces, una tentación siempre en los medios de comunicación de presentar siempre la pantalla partida, ¿no?. Buscar a alguien a favor y a alguien en contra y presentar simplemente esas dos versiones como versiones cerradas y no favorecer un diálogo crítico, constructivo, acuerdos, consensos… Eso lleva tiempo. Yo he sido legisladora y lograr esos consensos siempre exige una negociación y un trabajo de todas las partes. Entonces si arrancamos con este tipo de versión tan dualista y tan antagónica, los caminos son más difíciles”.

De todas maneras, Maffía consideró interesante la idea de presentar en los medios de comunicación “esta construcción de diálogo no violenta, de consensos, de presentar argumentos que fundamenten las acciones colectivas… Bueno, de a poco estas cosas se van logrando. Igual creo que el debate en los medios es fundamental. Es para mucha gente el modo de acceder a contenidos y a personas que si no quizás no podrían escuchar”.

Otro debate interesante surgió luego de que actrices expresaran “yo no soy feminista, tengo hijos varones”. Ante esto, Maffía expresó que “parte del problema es el prejuicio con las palabras. El estigma. Como además el feminismo es muy diverso, hay muchas manifestaciones y expresiones, incluso propuestas políticas distintas desde muchos feminismos. Hay feminismos más ligados a rescatar roles tradicionales femeninos, otros feminismos que van a discutir incluso las dicotomías de los cuerpos, hay un abanico de feminismos muy diversos. Me parece que una posición respetuosa empieza por definir qué es el feminismo. De manera de no generar ese prejuicio o no pensar como se suele pensar que son posiciones hostiles con los varones, o que quienes somos feministas somos quienes no tenemos pareja o no tenemos hijos, porque la verdad es que eso es falso, sencillamente”.

Género/Géneros

“Lo Personal es Político: Sexo, Género y Feminismo” es el título seleccionado por Diana Maffía y Silvina Molina para poner en debate las palabras. Una de ella es “Género”. “En realidad, la palabra debería ser mencionada en plural por supuesto. La palabra está tomada de un artículo que vamos a comentar en la reunión que tenía que ver con la palabra género en singular y cómo eso afectaba al sujeto del feminismo. ¿El sujeto del feminismo son sólo las mujeres? ¿Qué mujeres? ¿Quiénes se autodefinen como mujeres? ¿Las mujeres biológicas? ¿Las mujeres cis? Las mujeres trans, ¿se incluyen dentro del feminismo? ¿El feminismo puede ser llevado adelante como objetivo político por varones? ¿Pueden los varones ir a las marchas? Todas estas preguntas han quedado flotando en estos últimos dos o tres años, y lo que pensamos con Silvina fue precisamente abordar esto que es un tema de conflicto dentro del feminismo. Hay dos o tres temas que son de conflicto, y éste es uno”, expresó la filosofa.

Con respecto a la construcción de nuevas masculinidades, Maffía destacó que “eso se está haciendo sobre todo por parte de varones jóvenes. La idea de ideales de masculinidad con los que ellos mismos no se sienten representados y, digamos, virtudes masculinas con las que no se quieren ver asociados. Pretendidas virtudes que tienen que ver con el poder del más fuerte, con la competencia, con el individualismo, con la violencia muchas veces como factor de resolución de conflictos, con la relación jerárquica con las mujeres. Bueno, hay muchos varones que no se sienten identificados con este tipo de estereotipos y discuten entonces de qué manera se construyen las masculinidades, cuál es la educación emocional que los varones tienen y qué implica eso en relación con, por ejemplo, el consumo de prostitución o la violencia hacia las mujeres”.

En ese sentido, resaltó que se trata de un trabajo que el feminismo colaboró con generar porque, así como las mujeres tuvieron esa etapa de grupos de concienciación donde lo personal se exponía públicamente para discutirlo, los varones tienen que hacer lo mismo. De todas maneras, para Maffía esto tienen que hacerlo los varones entre ellos. “Corresponde que sean los varones los que hablen de si van a renunciar o no a sus privilegios. Porque la masculinidad tiene privilegios también. Y esos privilegios construyen relaciones de poder. Y hay muchos varones, sobre todo en los partidos políticos, que se quieren sacar una foto con un cartelito, con un hashtag que diga ‘ni una menos’ pero no cederían su lugar en la lista si tiene que entrar una mujer por la paridad. Vamos a ver en los próximos meses cuando tengan que armarse las listas si esto se debate. Entonces, pueden ser solidarios, progresistas, pero las cuestiones de poder se dirimen entre varones. Y eso es resto de un modo jerárquico de las relaciones de género que cuesta mucho deconstruir”, concluyó.