Diana Maffía

En la sesión del pasado jueves la Legislatura de Ciudad de Buenos Aires aprobó tres proyectos por iniciativa de mi despacho: colocar una placa en el solar de calle Alsina al 2700 donde funcionó la primera Universidad Obrera Argentina; adherir a la conmemoración de dos fechas, la del Día Internacional del Trabajo Doméstico y la del Día Internacional de la Educación No-Sexista.

El primero es un proyecto de resolución que dispone la colocación de una placa en el solar ubicado en la Calle Alsina 2754 (sección 20, manzana 005, parcela 005A) en la Ciudad de Buenos Aires con la siguiente leyenda: “En este solar funcionó la primera Universidad Obrera Argentina entre 1940 y 1943, creada por Mario Bunge”. La Universidad era fiel expresión de los ideales que trascenderían esa época, y que pugnaban por una unión entre la clase trabajadora y el ámbito universitario, y comienza a ser rescatado setenta años después como una iniciativa que, todavía hoy, sirve de ejemplo para otras experiencias.

El segundo adhiere a la conmemoración del Día Internacional del Trabajo Doméstico que se celebra el día 22 de julio, originada en los trabajos resolutivos del Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en 1992, a partir de un debate del movimiento feminista acerca del trabajo no remunerado que realizan las mujeres en los hogares. En dicho Encuentro se reconoció que el trabajo doméstico «es un recurso esencial para el bienestar de las sociedades desarrolladas, como lo es también el trabajo aplicado a la producción para el mercado«.

Y el último, es una adhesión a la conmemoración del Día Internacional de la Educación No-Sexista, que se celebrarse el día 21 de junio de cada año. Ese día, en varios países del continente, centenares de miles de textos, poemas, letras de canciones, dibujos, obras de teatro, concursos, programas radiales y de TV, publicaciones, seminarios, etc, expresan la necesidad de reconocer que la igualdad de derechos humanos de hombres y mujeres en su diversidad de condición humana pasa también por un lenguaje no-sexista.

Consulten aquí otras iniciativas aprobadas en la sesión del 11 de agosto pasado.

4 de agosto – 18 hs. – Pasaje Rivarola 133

“Una autobiografía sangrante: Alejandra Pizarnik, demasiado ensimismada” por Nora Levinton Dolman*

Lectura de Poemas: Mirta Rosovsky**

Atrapada en un universo que no le permite salir de sus significaciones claustrofóbicas, en una permanente recreación de “todos los caminos” me conducen a mí­ misma y a la angustia de la que no logro emerger.

¿Qué de la subjetividad femenina queda irreparablemente damnificada en el conflicto entre un don, creador, subversivo frente a un modelo estereotipado, convencionalmente adaptado a lo esperable del ser mujer y no permite rectificaciones, desví­os, alternativas menos traumáticas?

Mi acercamiento personal a su poesí­a surge de la interrogación sobre el punto de confluencia entre la subjetividad femenina como soporte y la melancolí­a.

*Nora Levinton es psicoanalista, y doctora en Psicologí­a por la Universidad Autónoma de Madrid con una  tesis doctoral, publicada por la Editorial Biblioteca Nueva: “El Superyó Femenino. La moral en las mujeres”.

Su interés sobre la subjetividad femenina se ha orientado en desarrollar un abordaje psicoterapéutico con la perspectiva de género. Es docente y supervisora en  Violencia de Género. Participa en diversos foros con textos de Psicoanálisis aplicado a la Literatura

** Mirta Rosovsky es Licenciada en Historia, especialista en diseño y gestión de proyectos culturales. En la actualidad desarrolla sus actividades en el Programa de Promoción de la Universidad Argentina del Ministerio de Educación.

Día y lugar: Jueves 4 de agosto, 18 hs. Librería de Mujeres, Pasaje Rivarola133.

*Por Elsa Ramos, asesora en Cultura

Florentina movía sus piernas flacas y negritas, sentada en la pequeña pared medianera, mientras comía uvas color violeta en las siestas pueblerinas de aquel año en el que tomó la gran decisión de su vida.

Con sus 6 añitos a cuestas y el mote de “alfiler de sombrero” (finito y con cabecita negra), ya había sufrido la primera discriminación.

Soñaba con ser bailarina y quiso que la anotaran en las clases de danza municipal, pero no se lo aconsejaron a su mamá porque Florentina era…”negrita y medio india” y en el ballet no había futuro para ella, para qué hacerla sufrir.

Vinieron días de lavarse la cara con leche, comer uvas violetas para lograr ese color de ojos y sobre todo rezar para que Diosito mientras dormía la “volviera” rubia.

Pasó el verano y nada de eso sucedió.

“El día que empecé la primaria me paré frente al espejo y dije:  esta negrita, fea, flaquita y medio india va a ser la mejor en el estudio y siempre llevaré la bandera argentina porque voy a ser la mejor. Ya van a ver”.

Y vimos.

¡Chau Flor!

Mucha tristeza nos causa el fallecimiento de la Diputada Nacional (M.C.) y Maestra Florentina Gómez Miranda, producido ayer.   

Florentina Gómez Miranda nació en la ciudad de Olavarría, Provincia de Buenos Aires en 1912. Se recibió de abogada en la Universidad Nacional de La Plata en l945 y se afilia a la Unión Cívica Radical en agosto de l946.

Su militancia política y el advenimiento de la democracia la llevan a asumir como Diputada Nacional en 1983, mandato que se extendió hasta 1991.

Fue presidenta de la Comisión de Familia, Mujer y Minoridad y durante su mandato presentó más de 150 proyectos- entre ellos- autoridad de los padres compartida; divorcio vincular; pensión al viudo; pensión al cónyuge divorciado; igualdad de los hijos matrimoniales y extramatrimoniales; derecho de la mujer a seguir usando el apellido de soltera luego de casada; pensión de la concubina y concubino.

Como Diputada Nacional por la Unión Cívica Radical, de 1983 a 1991, presentó más de 150 proyectos y desde la presidencia de la Comisión de Mujer, Minoridad y Familia, impulsó y logró la sanción de leyes que cambiaron para siempre la configuración jurídica patriarcal y anticuada de la familia argentina.

También desde su función legislativa abogó por el otorgamiento de rango constitucional a los Tratados de Derechos Humanos.

Florentina Gómez Miranda era feminista. Y como tal, no se limitó a luchar por los derechos exclusivos de las mujeres, sino que combatió el machismo en el seno de la familia y luchó por la igualdad y los Derechos Humanos y  para luchar por la igualdad de derechos tuvo que combatir privilegios que hasta ese momento eran masculinos. 

El feminismo, como ideología de la igualdad, encuentra en Florentina Gómez Miranda un ejemplo perfecto, porque en su lucha por la igualdad trabajó en la eliminación de los efectos del machismo en las relaciones familiares, incluso cuando no era una necesidad de las mujeres. Necesidad femenina no, pero lucha feminista si. Por eso impulsó el derecho a pensión del viudo (no reconocido en una sociedad que no concebía que fuera el hombre el que pudiera depender económicamente de la mujer), porque como feminista que era creía profundamente en la igualdad.

Por todo esto, presenté hoy este proyecto que declara el pesar de la Legislatura.

*Artículo publicado hoy en Clarín

Las novedades locales y temas específicos de preocupación quedaron relegados por una confrontación, promovida en gran medida por el Gobierno nacional, que terminó beneficiando a la actual gestión del Gobierno de la Ciudad. Los mensajes del voto porteño.