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mujeres
Marzo violeta
Con motivo de recordarse en marzo el Día Internacional de las Mujeres, lxs invitamos a participar y difundir las actividades culturales que estamos organizando en el marco de la inauguración de la Biblioteca Feminaria, que funcionará en el Centro Cultural Tierra Violeta, Tacuarí 538 (entre Venezuela y México).
Lectura de poesía en plazas y centros culturales, ciclos de conferencias y seminarios, obsequio de libros y seminarios son algunas de las actividades que integran el programa.
La inauguración se engalana con la visita en nuestro país de Lea Fletcher, fundadora y directora de Feminaria, revista independiente feminista de teoría, crítica y literatura (1988 – 2008), y de la Editorial Feminaria (1992 hasta la actualidad).
Pueden ver aquí el programa completo de las actividades y escuchar la cuña radiofónica grabada por la periodista y locutora Liliana Daunes con los detalles de nuestra lectura en FM La Tribu, el próximo martes 6 de marzo a las 19 hs.
Seminario “La amistad entre mujeres”
En marzo inauguraremos la biblioteca Feminaria en el Centro Cultural Tierra Violeta. Funcionará en Tacuarí 538 (San Telmo, CABA). Pronto les transmitiré todas las actividades, que incluyen lectura de poesía de mujeres en plazas y centros culturales con obsequio de libros, trueque de libros feministas, fotos del movimiento de mujeres y otras que espero podamos difundir y compartir en distintos barrios de la ciudad de Buenos Aires.
Para este inicio, tan esperado, invitamos a Lea Fletcher (que durante 20 años dirigió la revista y editorial Feminaria) a compartir por unos días estos eventos, y también algunas actividades académicas. Me gustaría invitarlxs especialmente a un seminario de 4 reuniones que daremos en el mes de marzo, sugerencia de Lea, para discutir «La amistad entre mujeres» desde una perspectiva feminista.
Este seminario se propone analizar desde un punto de vista feminista la amistad entre mujeres, su posibilidad, sus dificultades, sus desafíos, su significación y su valor político.
Directora: Lea Fletcher
Ph.D. en Letras Hispánicas, doctorada con la máxima distinción académica en la Textas Tech University, USA. Vivió casi tres décadas en nuestro país, donde fundó y dirigió Feminaria, revista independiente feminista de teoría, crítica y literatura, desde 1988 hasta 2008, y la Editorial Feminaria desde 1992 hasta la actualidad.
Modalidad: 4 reuniones (lunes 5, martes 13, 20 y 27 de marzo) de 19 a 20.30 hs.
5 de marzo:
Eva Giberti “La amistad entre mujeres: lo indecidible”
13 de marzo:
Lea Fletcher “La amistad entre mujeres: su significado para el feminismo”
20 de marzo:
Dora Barrancos “La amistad entre mujeres: refugio de un mundo sin piedad”
27 de marzo:
Diana Maffía “La amistad entre mujeres: lo personal es político”
Arancel: $ 200
Se otorgan certificados
Para inscripciones: info@tierra-violeta.com.ar
Para información sobre ésta y otras actividades: comunicacion@tierra-violeta.com.ar
Participaré del IX Congreso Iberoamericano de Ciencia, Tecnología y Género
Dada la importancia creciente de la tecnociencia en las sociedades contemporáneas y las persistentes desigualdades entre mujeres y hombres en el acceso a la producción y gestión de los sistemas de ciencia y tecnología, no resulta extraño que todo lo relacionado con la ciencia y la tecnología plantee cuestiones urgentes e inevitables desde una perspectiva de género. La supresión de las barreras formales que impedían a las mujeres participar en la actividad científica y tecnológica en condiciones de igualdad se muestra hoy en día un mecanismo insuficiente para garantizar la desaparición de las desigualdades de género.
Estas desigualdades se manifiestan tanto en la existencia de una “segregación territorial”, traducida en la escasa presencia femenina en determinadas ramas y disciplinas tecnocientíficas, como en la existencia de una “segregación jerárquica”, traducida en las dificultades de las mujeres para acceder a puestos de responsabilidad y poder relacionados con la ciencia y la tecnología. Aunque en Estados Unidos y otros países de la Europa occidental este fenómeno se ha estudiado con atención y se han comenzado a activar medidas tendentes a corregir estas situaciones de desigualdad, en Iberoamérica el interés por este problema se ha empezado a despertar mucho más recientemente.
Pero las cuestiones referentes a las ciencias y la tecnología desde una perspectiva de género no sólo son sociológicas. Se han revisado analizado la historia de las científicas, las teorías sobre las mujeres, pasadas o presentes, tanto por lo que refiere a su génesis como a sus contenidos, adoptándose posiciones epistemológicas sumamente interesantes y que, en muchos casos, han contribuido a la renovación de la filosofía y la historia de la ciencia, así como a la epistemología.
Por este motivo, y con la finalidad de reunir a todas aquellas personas del ámbito iberoamericano que trabajen o estén interesadas en temas relacionados con la ciencia y la tecnología desde una perspectiva de género, se han venido celebrando los Congresos Iberoamericanos de Ciencia, Tecnología y Género.
El tipo de cuestiones que se vienen tratando requiere una aproximación necesariamente interdisciplinar, por lo que los congresos recogen aportaciones de áreas como la historia, la filosofía y la sociología de la ciencia y la tecnología, la economía y gestión del cambio técnico, la política científico-tecnológica, la divulgación científica, etc.
Del 31 de enero al 3 de febrero próximos se celebrará en Sevilla (España), el IX Congreso Iberoamericano de Ciencia, Tecnología y Género. Allí estaré participando de las mesas “El contrato social y moral de la ciencia: las mujeres en la ciencia española de la democracia a la dictadura” y “Pensar la ciencia en español desde la perspectiva de género” junto a otras destacadas científicas de Iberoamérica.
Sede del Congreso: Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Sevilla, España.
Ver aquí el programa completo
Violencia de género: avances y cuestiones pendientes*
La semana pasada murió en Comodoro Rivadavia una mujer que fue quemada por su pareja, quien dice que ella misma se roció con alcohol y se arrojó a una hornalla tratando de suicidarse, y las quemaduras en sus brazos y manos obedecen al intento de salvarla. ¿Será otro femicidio impune?
El método se multiplicó a partir de haber tomado estado público el caso de Wanda Taddei, la mujer del baterista del grupo Callejeros Eduardo Vázquez que en febrero de 2010 la roció con alcohol y la prendió fuego, produciendo su muerte luego de espantosa agonía. La difusión mediática que tuvo el caso produjo un “efecto contagio” que multiplicó las amenazas y las ejecuciones de mujeres quemándolas.
La asociación civil La Casa del Encuentro (www.lacasadelencuentro.org), que hace muchos años se ocupa de violencia de género, lleva desde el 2008 una prolija estadística de su forma más extrema, los femicidios, según aparecen en los medios de comunicación. Cumplen así una función que debería corresponder a las políticas públicas estatales, sin disponer de las herramientas apropiadas (acceso a datos hospitalarios, policiales y judiciales) pero con enorme responsabilidad y convicción. Es gracias a esta ONG que ha ido tomando estado público la dimensión de este flagelo, y la necesidad de generar herramientas para evitarlo. Los casos recabados (207 en el 2008, 260 en el 2010) dan cuenta del aumento y han inspirado campañas como “260 hombres contra la violencia”, donde los varones toman el compromiso de luchar contra esta disposición de los cuerpos de las mujeres a manos de verdugos que las consideran de su propiedad. “Ni machos ni fachos” dice la organización Varones Antipatriarcales, renunciando a una forma de masculinidad servil a la explotación no sólo de las mujeres.
Algo para meditar es la responsabilidad de los medios de comunicación. En su momento, la red PAR por una comunicación no sexista elaboró un decálogo para expresarse correctamente sobre casos de violencia, dejando de hablar de “crímenes pasionales” u otras formas de expresión que encubren el problema estructural de la violencia de género (www.redpar.com.ar/decalogo ) . La campaña fue exitosa, hoy los principales medios de comunicación se preocupan y difunden los hechos en los términos apropiados.
La difusión produce a veces un doble efecto: por un lado la exhibición de límites aberrantes a los que llega la violencia contra las mujeres minimiza otras formas graves de violencia menos visibles (psicológica, económica, moral); por otro lado el efecto de imitación en los victimarios y de amenaza sobre las víctimas (“eso mismo te puede pasar a vos”) refuerza el mensaje de impunidad que no pocas veces acompaña las noticias. La mayoría de los femicidios han estado precedidos de denuncias no tramitadas, exclusiones del hogar violentadas sin sanción, y falta de protección y garantías para las víctimas.
Y es que uno de los cambios urgentes tiene que ver con la recepción de las denuncias por parte de las fuerzas de seguridad, y el tratamiento de los casos por parte de la justicia. La Corte Suprema de Justicia, con su Oficina de Violencia Doméstica produjo un servicio de acceso directo con atención integral inmediata, las 24 horas los 365 días del año; con su Oficina Mujer capacita efectores de justicia con una mirada de género sobre el tratamiento de los casos, y más recientemente en el difícil tema de la trata de personas en convenio con el Ministerio de Seguridad. Las tres Ministras (Nilda Garré, y las Ministras de la Corte Elena Highton en la OVD y Carmen Argibay en la OM) son ejemplos virtuosos del efecto de la presencia de mujeres en las máximas responsabilidades del Estado.
Para que estos resultados se consoliden y se reflejen en derechos, debe haber una variedad de políticas públicas que interactúen construyendo ciudadanías equitativas. Fortalecer la capacidad de las mujeres para una vida libre de violencia implica educar, generar conciencia, controlar las expresiones mediáticas que degradan y segregan a las mujeres, visibilizar y desnaturalizar las múltiples formas de violencia en las relaciones sociales, dar atención a las víctimas y a los niños y niñas involucrados en grupos de convivencia violentos, ofrecer grupos de ayuda, atención psicológica, patrocionio jurídico, refugios para los casos graves, casas de medio camino, capacitación e integración laboral que permitan rehacer un proyecto de vida autónoma.
La omisión política también puede ser una forma cómplice de la violencia sexista.
*Artículo escrito para el Diario Perfil.