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feminismo

convocatoria al tercer debate sobre los proyectos de aborto no punible

La Comisión de Salud realizará mañana la tercera reunión con expertas y expertos para debatir sobre los proyectos de reglamentación de los abortos no punibles previstos en el artículo 86 del Código Penal. La convocatoria es a las 11 horas en el salón Juan D. Perón de esta Legislatura (Perú 160).

Participarán 

Florencia Luna, Filósofa e Investigadora del FLACSO.
Juan Silvestre Begnis, Diputado Nacional y Presidente de la Comisión de Salud.
Andrés Gil Domínguez, Abogado constitucionalista.
Úrsula Basset, Abogada
Mariana Camps, Abogada constitucionalista.     

El cuarto y último encuentro será el 14 de noviembre. Para registrarse como oradoras/es se deben comunicar a la Comisión de Salud, teléfono: 4338-3000 internos 3772/3135.

Los/las esperamos.
                                               
 

primer debate abierto sobre los proyectos de aborto no punible: «las mujeres no somos un frasco donde uno pone a germinar un poroto» (diana maffía)

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Diana Martínez Barrios, Alicia Bello, Diana Maffía, Enrique Olivera y Pablo Failde

Hoy se realizó la primera reunión abierta organizada por la Comisión de Salud para debatir el proyecto unificado de regulación del artículo 86 del Código Penal (Aborto No Punible). Participaron los diputados Enrique Olivera, Aníbal Ibarra, Alicia Bello, Pablo Failde, Gabriela Alegre, Victoria Morales Gorleri, Diana Martínez Barrios, Cristhian Asinelli y Diana Maffía.

La primera intervención fue la de María José Lubertino,  presidenta del INADI, que expuso como ciudadana al comienzo de la reunión. Se pronunció a favor de la reglamentación en tanto que el Estado ha asumido una responsabilidad frente a los tratados internacionales de derechos humanos en pos de la salud bio-psíquico-social de la mujer. En este sentido, también, recalcó la innecesariedad de la judicialización de los casos de abortos contemplados en el Código Penal.

Los cuatro oradores invitados fueron Silvia Oizerivich, coordinadora del Programa de Salud Sexual y Reproductiva de la Ciudad, Mariana Romero, investigadora del CEDES y del CONICET quienes realizaron una presentación visual con datos estadísticos sobre esta temática. Además estuvieron los abogados Alberto Solanet, de la Asociación de Abogados Católicos, y Mario Turzi, de la organización Defensoría de la Vida Humana.

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Ibarra expresó que la Legislatura tiene facultad para discutir y hacer cumplir el artículo del Código Penal, en tanto que ya ha sido tratado en el ámbito del Congreso Nacional. Por otra parte  remarcó que lo que se pretende con este proyecto es proteger a los sectores más vulnerables que tienen denegado el acceso a las clínicas privadas por cuestiones socio económicas.

Diana hizo hincapié en que la no reglamentación de los ANP y el incumplimiento de las políticas públicas por parte del Estado atenta contra la integridad y autonomía de las mujeres, siendo éstas objeto del proyecto en discusión. «En el camino hacia una ciudadanía plena, no podemos olvidarnos de que las mujeres no somos un frasco en el que germina un poroto, somos seres humanos», dijo.

Además de expertos/as y diputados/as, contamos con un numeroso público, entre quienes estaban valiosas y queridas compañeras feministas.

Los/as esperamos en la próxima reunión que se realizará el 17 de octubre a las 11 horas en el salón Montevideo de la Legislatura (Perú 160). Para anotarse como oradoras/es, deberán comunicarse con la Comisión de Salud con anterioridad (4338-3000 int 3772/3135).

Descargar la presentación de Mariana Romero

Descargar la presentación de Silvia Oizerovich

Charo Márquez y Pamela Querejeta Leiva

el ser feminista según Florence Thomas

Gracias Luciana por enviarnos el siguiente texto de Florence Thomas, cofundadora del grupo Mujer y Sociedad de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia.

Soy feminista

Nunca he declarado la guerra a los hombres; no declaro la guerra a nadie, cambio la vida: soy feminista. No soy ni amargada ni insatisfecha: me gusta el humor, la risa, pero sé también compartir los duelos de las miles de mujeres víctimas de violencia: soy feminista. Me gusta con locura la libertad más no el libertinaje: soy feminista.

No soy pro-abortista, soy pro-opción porque conozco a las mujeres y creo en su enorme responsabilidad: soy feminista. No soy lesbiana, y si lo fuera ¿cuál sería el problema? Soy feminista. Soy feminista porque no quiero morir indignada. Soy feminista y defenderé hasta donde puedo hacerlo a las mujeres, a su derecho a una vida libre de violencias.

Soy feminista porque creo que hoy día el feminismo representa uno de los últimos humanismos en esta tierra desolada y porque he apostado a un mundo mixto hecho de hombres y mujeres que no tienen la misma manera de habitar el mundo, de interpretarlo y de actuar sobre él.

Soy feminista porque me gusta provocar debates desde donde puedo hacerlo. Soy feminista para mover ideas y poner a circular conceptos; para deconstruir viejos discursos y narrativas, para desmontar mitos y estereotipos, derrumbar roles prescritos e imaginarios prestados.

Soy feminista para defender también a los sujetos inesperados y su reconocimiento como sujetos de derecho, para gays, lesbianas y transgeneristas, para ancianos y  ancianas, para niños y niñas, para indígenas y afrodescendientes y para todas las mujeres que no quieren parir un solo hijo más para la guerra.

Soy feminista y escribo para las mujeres que no tienen voces, para todas las mujeres, desde sus incontestables semejanzas y sus evidentes diferencias. Soy feminista porque el feminismo es un movimiento que me permite pensar también en nuestras hermanas afganas, ruandesas, croatas, iraníes, que me permite pensar en las niñas africanas cuyo clítoris ha sido extirpado, en todas las mujeres que son obligadas a cubrirse de velos, en todas las mujeres del mundo maltratadas, víctimas de abusos, violadas y en todas las que han pagado con su vida esta peste mundial llamada misoginia. Sí, soy feminista para que podamos oír otras voces, para aprender a escribir el guión humano desde la complejidad, la diversidad y la pluralidad.

Soy feminista para mover la razón e impedir que se fosilice en un discurso estéril al amor. Soy feminista para reconciliar razón y emoción y participar humildemente en la construcción de sujetos sentipensantes como los llama Eduardo Galeano. Soy feminista y defiendo una epistemología que acepte la complejidad, las ambigüedades, las incertidumbres y la sospecha.

Sé hoy que no existe verdad única, Historia con H mayúscula, ni Sujeto universal. Existen verdades, relatos y contingencias; existen, al lado de la historia oficial tradicionalmente escrita por los hombres, historias no oficiales, historias de las vidas privadas, historias de vida que nos enseñan tanto sobre la otra cara del mundo, tal vez su cara más humana.

En fin soy feminista tratando de atravesar críticamente una moral patriarcal de las exclusiones, de los exilios, de las orfandades y de las guerras, una moral que nos gobierna desde hace siglos. Trato de ser feminista en el contexto de una modernidad que cumple por fin sus promesas para todos y todas.

Como dice Gilles Deleuze «siempre se escribe para dar vida, para liberarla cuando se encuentra prisionera, para trazar líneas de huida». Sí, trato de trazar para las mujeres de este país líneas de huida que pasen por la utopía. Porque creo que un día existirá en el mundo entero un lugar para las mujeres, para sus palabras, sus voces, sus reivindicaciones, sus desequilibrios, sus desórdenes, sus afirmaciones en cuanto seres equivalentes políticamente a los hombres y diferentes existencialmente.

Un día, no muy lejano, espero, dejaremos de atraer e inquietar a los hombres; dejaremos de escindirnos en madres o putas, en Marías o Evas, imágenes que alimentaron durante siglos los imaginarios patriarcales; habremos aprendido a realizar alianzas entre lo que representa María y lo que significa Eva. Habremos aprendido a ser mujeres, simplemente mujeres. Ni santas, ni brujas; ni putas, ni vírgenes; ni sumisas, ni histéricas, sino mujeres, resignificando ese concepto, llenándolo de múltiples contenidos capaces de reflejar  novedosas prácticas de sí que nuestra revolución nos entregó; mujeres que no necesiten más ni amos, ni maridos, sino nuevos compañeros dispuestos a intentar reconciliarse con ellas desde el reconocimiento imprescindible de la soledad y la necesidad imperiosa del amor.

Por esto repito tantas veces que ser mujer hoy es romper con los viejos modelos esperados para nosotras, es no reconocerse en  lo ya pensado para nosotras, es extraviarse como lo expresaba tan bellamente esta feminista italiana Alessandra Bocchetti. Sí, no reconocerse en lo ya pensado para nosotras. Por esto soy una extraviada, soy feminista. Y lo soy con el derecho también a equivocarme.

Florence Thomas
Cofundadora del grupo Mujer y Sociedad
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA
Marzo, 2008