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diálogo

a 35 años del golpe cívico-militar

A 35 años del golpe cívico-militar que bajo la maquinaria del terrorismo de estado produjo un genocidio político en la Argentina, marcharemos como todos los aoñs a la Plaza de Mayo. Nos encontramos mañana 24 de marzo a las 14 hs., en la puerta de local central de la CC-ARI (Rivadavia 1475).

Dos horas antes (12 hs.), se realizará una charla en el mismo local para debatir sobre «Represión Institucional. Del Genocidio al Gatillo Fácil». Participarán de la actividad Elsa «Tata» Quiroz (Dip. Nac., ex detenida, testigo en causas sobre Derechos Humanos.) y Juan Manuel Combi (Abogado APDH – La Matanza, que lleva adelante el caso Luciano Arruga, entre otros).

Lxs esperamos.

 

invitación 24 de marzo

la postura de la cc-ari sobre el presupuesto de la ciudad

En el día de ayer, el bloque de la Coalición Cívica – ARI de la Ciudad de Buenos Aires manifestó su postura respecto del proyecto de ley de presupuesto 2011 que pretende votar el gobierno de Mauricio Macri.

Con la presencia de la candidata a Jefa de Gobierno María Eugenia Estenssoro, la diputada nacional Fernanda Reyes y lxs legisladorxs Fernando Sánchez, Diana Maffía, Rocío Sánchez Andía, Sergio Abrevaya y Juan Pablo Arenaza, el bloque de la Ciudad se pronunció en concordancia con la postura que tuvo el bloque a nivel nacional.

En la conferencia de prensa sostuvieron que los ejes donde poner el acento deben ser, una vez más, las partidas previstas para educación, desarrollo social y vivienda. Asimismo, el bloque pidió un sinceramiento en relación a la previsión de la inflación que propone el proyecto y expresó su rechazo a los superpoderes y al endeudamiento de la Ciudad.

Ver powerpoint: Propuesta CC-ARI Presupuesto 2011

autorDiana Maffía fecha8 Feb 2011 categoriadiálogo comentariosDejá tu comentario

concluyó el seminario de formación teológica

El sábado pasado se realizó el cierre del 26º Seminario de Formación Teológica. A continuación, transcribimos la crónica del día viernes, en la que participé junto a otrxs colegas:

«La Juntada

Viernes por la Mañana

La juntada fue un momento fundamental del Seminario, como confluencia y entrecruzamiento del trabajo realizado a lo largo de todo el Seminario. Marcelo Trejo hizo un aporte intercalado con varias canciones  alusivas y con un profundo gesto de pasar con la cruz de Seminario en medio de los participantes.   

Los tiempos invitan, no se ven acaso los quiebres… Para muchos es el visible decaimiento; para nosotros debe ser nuevas y actuales posibilidades de recrear la Alianza para la Vida de los Pueblos y para «otro mundo posible»-. Sin embargo, el constante discernimiento también es una exigencia para quienes conforman el pueblo de Dios. Porque si bien el núcleo ético-amoroso de fidelidad en la justicia y el derecho se mantiene, tanto como el aliento divino para los Bienaventurados, los tiempos y las realidades van cambiando. «Santidad, tiempos nuevos y quiebres actuales» no son categorías excluyentes. Más aún se requieren unas a otras.

Otra categoría que ayudaría a entender más y mejor; y, a la vez, reconquistar una relación de «justicia demasiada largamente esperada», como nuevo modo político de convivencia social, es la de «estigmatizados». Con el estigma se configura el «disgusto ante lo distinto» y se afirma la «familiaridad» con la expulsión. Ahora bien, ¿quién define a tal o cual?, es la inmediata pregunta que se impone. ¿Quiénes «pueden» estigmatizar? La respuesta es simple aunque no siempre obvia. La estigmatización es una acción y un proceso histórico social-cultural de «devaluación», «desacreditación», y, por lo tanto de «expulsión solapada», Y esta sólo puede ejercerse desde los ámbitos de poder, cualquiera sean estos.

La salvación se ha desmonopolizado, porque el Nazareno Crucificado ha Resucitado por el poder de Dios (Hech 4, 10) y sus «estigmas de marginado del sistema» (Mc 15, 16 ss) se convirtieron en «marcas de nueva vida y libertad»: «Pon aquí tu dedo y mira mis manos; extiende tu mano y métela en mi costado». (Jn 20, 25-28). Una experiencia arrolladora de la Pascua que hizo pasar a «los miedosos fugitivos del viernes santo a ser testigos firmes del domingo de gloria» (Bruno Forte). Hombres y  mujeres que fueron «tocados» por Jesús, el Señor, como signo inicial de una nueva humanidad. Estos mismos sintieron, desde su propio momento de resurrección, que sus estigmas ya no eran frenos sino lugares experienciales desde donde se canta y practica la anticipada victoria final (Jn 9, 1 ).

(El aporte completo, próximamente en www.sft.org.ar)

Luego habló Diana Maffía y a continuación se presentó un trabajo en grupo de mucha producción que se extendió durante la tarde.

Están esos quiebres negativos, los de los propios espacios que han fracasado, que hay que prestar atención y ocuparse para volver a amalgamar. Están también los quiebres positivos, los de haber vencido los muros. Allí es importante la propia convicción como colectivo de que ese muro no se puede volver a levantar.

La idea de polifonía no es que todos decimos lo mismo. Cada uno dice su palabra, pero tiene en cuenta que hay otras palabras, también con valor y relevancia. Esa comunidad de sentidos requiere de escucha activa, de diálogo. La producción de sentidos es una actividad humana y para llegar a la acción esta construcción tiene que ser colectiva y para ello es indispensable la capacidad metafórica de llevar y traer sentidos y así construir polifonía.

Los puentes son para unirse, para encontrarse. No hay un afuera y adentro como en los muros. ¿Cómo hacemos «puente» entre los espacios, entre las diferentes experiencias? ¿Cómo construir poder colectivo y popular y a la vez transformar una cultura represora en emancipadora? Darle sentido -hacer una construcción colectiva de sentido- a las grietas que tiene la cultura represora, lo que nos da pistas para ver por dónde empezar.»

participé en el 26º seminario de formación teológica

En el marco del 26º Seminario de Formación Teológica que se realiza en Moreno, provincia de Buenos Aires, participé en la presentación del Eje «Miradas y Sensaciones».

Allí, entre otros puntos, nos propusimos pensar desde los propios pueblos cómo vemos las cosas, en tanto se trata de una forma de construir saber y conocimiento colectivamente.

Históricamente, la sabiduría antigua sufrió un gran quiebre en la modernidad cuando apareció la ciencia y se presento como la nueva verdad, indiscutible, quedando la teología como otro tipo de conocimiento, más cercano a los valores, a los fines morales o las orientaciones para a la vida humana; pero no son los que construyen conocimiento. La ciencia se ha divorciado de la religión.

 

formación teológica

Junto al teólogo Marcelo Trejo

 

Otro de los cuestionamientos que nos hicimos fue: ¿Quién tiene la autoridad para decir cómo es el mundo, cómo debe ser nuestro vínculo con el mundo? Es una cuestión de poder.

Si la naturaleza se rige por leyes mecánicas, entonces la voluntad de Dios, e incluso la voluntad humana está de más. La naturaleza humana queda dividida en dos: el cuerpo, que queda del lado de la naturaleza, y el alma, la subjetividad, que queda libre, autónoma.

En la antigüedad, el orden de la naturaleza explicaba también la vida social: las jerarquías, cómo ser amo o esclavo, eran una condición natural y ambos aceptaban el vínculo. De esta manera, nadie es responsable moralmente porque nadie puede pensar en liberarse de algo que está en su propia naturaleza. La misma jerarquía se asumía entre el varón y la  mujer. Las virtudes tenían que ver con esa división: por un lado, la conducción, la decisión, en definitiva, todo el espacio público para el varón; mientras que la nutrición, el cuidado, la reproducción, o sea, el ámbito privado, para la mujer. Hoy aún hay mucho de esto.

Si la concepción mecanicista no explica la organización social, ¿Cómo se explica entonces que la forma de la sociedad sea como es, que haya distintos roles? Entonces aparece la idea de un pacto social, de un contrato: sujetos libres que toman la decisión de vivir juntos. En vez de estar los hombres librados a la lucha natural, a que todo se resuelva por la fuerza, deciden poner reglas, hacer pactos, reconocer derechos. Son acuerdos muy básicos y a la vez difíciles de cumplir, como por ejemplo los mandamientos. Con el tiempo, descubrieron que estos contratos “fraternos” no eran suficientes, porque eran fáciles de violar y no había como remediarlo. Entonces aparece el contrato “vertical”, con alguien que haga cumplir los pactos, en definitiva, alguien a quien con poder. Pero hay tres condiciones para el sujeto al que se le da el poder:

1 – Que cumpla la ley. Si no lo hace, hay corrupción.

2 – Que vigile que la ley se cumpla. Si no, hay anomia.

3 – Que sancione a quien no lo cumple. En caso contrario, hay impunidad.

Hay un “nosotros” que hace este acuerdo, pero también surgen grietas tremendas en esta comunidad que supuestamente nos contiene. El tema, ahora es: ¿Ese nosotros? ¿Nos contenía a todos? Las mujeres quedaban afuera. Pero no solamente las mujeres: la ciudadanía era sólo para los propietarios, por lo que los pobres quedaban fuera. Algunos le decían a los demás lo que hay que hacer, como si fuera universal y para todos, neutralizando el punto de vista propio e invisibilizando otras miradas. Así, la ciencia empieza a legitimar la exclusión social, como por ejemplo con el racismo y las ideas de la evolución social para jerarquizar las diferentes culturas y sociedades.

En esta idea de ciudadanía universal que está detrás del contrato social hay muchas cosas que están implícitas: ¿Por qué a algunos les cuesta más que a otros hacer valer sus derechos? Parte de los quiebres que se están produciendo son porque estamos estableciendo nuevos “nosotros”, lo que plantea un salto existencial enorme que es autodefinirse: no dejar que desde el poder me definan, sino un empoderamiento que empieza por la percepción de quiénes somos. Lo fundamental es que no se trata sólo de agregar más derechos al contrato vigente, sino abrirlo. ¿Quiénes se sientan a la mesa? Evitar que haya algunos que impongan su punto de vista sobre otros y aceptar la diversidad. Poder nombrar, explicar, sabiendo que hay otras formas de nombrar y de explicar. Es lo que se denomina  “polifonía”. No es sólo incluir, es integrar. Redefinir los espacios

Para concluir, establecimos que el poder necesita que se lo reconozca. Los colectivos sociales tienen poder, tienen el poder de reconocer o no a la autoridad. Es importante ver cómo se organiza ese poder en un proyecto: se necesita una construcción colectiva, se necesita amasar colectivamente.

autorDiana Maffía fecha20 Ene 2011 categoriaderechos humanos, diálogo comentarios2 comentarios

debate sobre extranjerxs, migrantes y otredad en YOK

Hoy, jueves 20, la diputada Diana Maffía participará en la mesa «Los Extranjeros» invitada por YOK, organización cultural judaica, junto a Alicia Dujovne Ortiz y Diana Sperling. La actividad comenzará a las 20.30 hs. y tendrá lugar en Av. Figueroa Alcorta 7101, Ciudad de Buenos Aires.

Entre otros temas, se debatirá sobre extranjerxs, migrantes y la otredad desde diferentes puntos de vista; los últimos sucesos de Soldati ; los muros.

Alicia Dujovne Ortiz: escritora argentina radicada en Francia. Colaboró con los periódicos La Opinión y La Nación (Argentina), Excelsior (México), La Vanguardia (España) y Le Monde (Francia). Ha publicado libros de poesía y narrativa y las biografías María Elena Walsh y Maradona soy yo.

Diana Sperling: filósofa, escritora y ensayista argentina. Entre otros libros, publicó Filosofía de cámara, Del deseo. Tratado erótico-político y Genealogía del odio: sobre el judaísmo en Occidente.

¡Lxs esperamos!