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Charla: Igualdad de genero en la FIUBA

El miércoles 11 de octubre, a las 18:00, disertaremos, junto a Daniela Lopez de Louise, sobre Mujeres y ciencia. La actividad se realizará en el Salón Ciancaglini de la Sede Paseo Colón de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires, Paseo Colón 850 (CABA).

Consultas: genero@fi.uba.ar

Más información en el afiche adjunto.

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Sincronicidad feminista

Comparto con ustedes la columna publicada el 24 de septiembre de 2017 en el Diario Perfil

Sincronicidad feminista

Por Diana Maffia

Deepak Chopra analiza la sincronicidad, la profundización de las complejidades del presente para ver que no hay coincidencias vacías de sentido. Esta semana viví dos experiencias en las que me gustaría buscar ese lazo oculto. La primera fue la repercusión de la participación de la vicepresidenta Gabriela Michetti ante la Asamblea General de la ONU. Quiero detenerme en su apreciación sobre las mujeres, “los atributos de lo femenino”, su “tendencia natural a unir”, su “vocación por nutrir, por cuidar, por tener una mirada empática” (aunque luego aclaró que estos no son atributos exclusivos de las mujeres), para concluir que “la nuestra debería ser, en definitiva, una obra de amor”. No leí todo su discurso, pero la escuché varias veces decir cosas similares.

Cierta concepción esencialista universal pasa de la descripción (cómo somos) a la prescripción (cómo deberíamos ser). Aunque la ética se ha ocupado de la imposibilidad de deducir proposiciones normativas a partir de proposiciones fácticas, esta falacia tiene un soporte cultural fuerte cada vez que la autoridad para determinar el lugar social de las mujeres proviene de nuestra presunta naturaleza. Las mujeres no sólo somos muy diversas: tenemos derecho a ser muy diversas.

Algunas mujeres somos madres y otras no, algunas tenemos amores que no resultan en la reproducción, algunas tenemos feminidades que no se expresan en cuerpos de mujeres biológicas. Y aún aquellas que somos madres, podemos o decidimos amamantar y otras no, y hay derecho a reclamar las condiciones para hacerlo o no, en concordancia con nuestros planes de vida. Y más: si a partir de nuestra capacidad biológica de amamantar se pretende explicar que la tarea de procesar los alimentos debe estar a cargo de mujeres, feminizamos las tareas de cuidado de modos que son lesivos para otro de los proyectos que Michetti expresó con menos contundencia que el original “pobreza cero”.

La segunda experiencia fue leer una entrevista a María Nieves Rico, directora de la División de Asuntos de Género (DAG) de la Cepal (El tiempo de las mujeres es político, 18/9/2017), que habló sobre la desigualdad política en el uso del tiempo en un seminario en Tucumán. Rosario, Tucumán, entre muchos otros espacios académicos y sociales, son lugares donde se desarrollan saberes fundados en datos, que son ignorados cuando se representa a nuestro país desconociéndolos y expresando opiniones que sacrifican esos estudios en –como la propia Michetti dice– “el altar de nuestros prejuicios”.

Hace más de 20 años que la DAG y los estudios feministas procuran que las políticas públicas incorporen una perspectiva de género, autonomía y derechos de las mujeres. Producimos estadísticas e indicadores para hacer seguimientos de nuestra situación, pero aún hay resistencias para que la pobreza se mida de un modo que incorpore este enfoque. Y no se trata sólo de desagregar información por sexo como variable relevante, sino de identificar modos de discriminación que derivan de la división sexual del trabajo, el sistema patriarcal, la falta de acceso a los recursos y los procesos de toma de decisiones. “Pobreza cero” debe incluir estos aspectos no sólo por razones teóricas, sino porque la pobreza tiene género: afecta más a las mujeres. Y la falta de tiempo de las mujeres, por la reproducción gratuita de las tareas de cuidado, extiende esa pobreza en el tiempo y derrama sobre la familia en las generaciones.

Que las tareas de cuidado tienen género es una asignación cultural y política (no natural ni biológica) que reproduce la pobreza. Las mujeres más pobres destinan más tiempo al cuidado que las más ricas (porque no pueden tercerizar esas tareas “domésticas” en el “mercado” –casi siempre informal– para que las hagan… otras mujeres). Pero en cualquiera de los quintiles de distribución económica el tiempo dedicado por las mujeres es mucho mayor que el de los varones, que casi no hacen tareas domésticas, tengan o no ingresos propios, cualquiera sea su nivel de ingresos, sean pobres o no.

Hace años que la economía feminista propone dar valor al trabajo no remunerado en el Sistema de Cuentas Nacionales, para hacer visible la producción oculta de las mujeres. Incorporar el aporte del cuidado al análisis macroeconómico, al diseño de políticas públicas y a la toma de decisiones. No se trata de mercantilizar el amor, sino de traducir la desigualdad al lenguaje de la moneda. Porque “el objetivo de avanzar al aspiracional pobreza cero” (según lo redefinió Michetti) requiere políticas para construir igualdad política, y no para justificar la desigualdad en las diferencias biológicas y psicológicas. Se requiere desnaturalizar las relaciones sociales, percibir las diversidades, no presuponer las demandas sino que participen en ellas las destinatarias.

Lo dijo el feminismo de los 60 y cobra nuevo sentido: “Lo personal es político”.

Perspectivas Feministas del Derecho, UBA – Derecho, 2017

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Se encuentra abierta la inscripción al Curso Intensivo de Posgrado «Perspectivas Feministas del Derecho», que se desarrollará entre el 10 y 27 de julio en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, Av. Figueroa Alcorta 2263, 3° piso.

El curso está dirigido por la Dra. Diana Maffía y coordinado por la Mg. Patricia Gómez. Las clases tendrán lugar de lunes a jueves entre las 15:30 y las 21:00 horas

Consultas e informes: genero@derecho.uba.ar

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Contenidos Curso: “Perspectivas Feministas del Derecho”

  • Sexo, género y sexualidades en los Derechos Humanos.

  • Derecho Internacional de los Derechos Humanos y Derecho constitucional.

  • Género, derechos de las víctimas y garantías constitucionales en el proceso penal.

  • Litigio en los derechos económicos, sociales y culturales desde el enfoque de género

  • Dimensiones constitucionales de los derechos sexuales y reproductivos.

  • Los feminismos en perspectiva histórica.

  • Teorías feministas en la construcción de ciudadanía y consecuencias jurídicas.

  • Género, sexismo y androcentrismo en el derecho.

  • Diversidad y teoría trans. Mirada sociológica y traducción jurídica.

  • Principios de igualdad y no discriminación.

  • Acciones afirmativas y paridad electoral.

  • Constituciones de sujetos “peligrosos”: de las brujas a las narcotravestis.

  • Femicidios y violencias extremas

  • Legítima defensa en contextos de violencia de género.

  • Prostitución / trata de personas con fines de explotación sexuales.

  • Salud mental y adicciones.

  • Maternidad subrogada y tecnologías reproductivas.

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Docentes:

Mercedes Assorati, Victoria Cano Colazo, Patricia Colace, Patricia Digilio, Mariano Fernández Valle, Patricia Gómez, Inés Jaureguiberry, Diana Maffía, Mónica Maffía, Celeste Moretti, Laura Morroni, María Luisa Piqué, Blas Radi, Maria Victoria Ricciardi, Marcela Rodríguez, Felicitas Rossi.

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Requisitos para la admisión:

  • Título de grado de una carrera mayor a 4 años (se acepta título en trámite solo de la Facultad de Derecho de la UBA)

  • Curriculum Vitae

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Inscripción:

Más información en el archivo adjunto perspectivas-feministas-del-derecho-2017 (PDF)

Nuevas visiones de genero y la comunidad judia

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Incluyen Travesticidios en el Registro de Femicidios de la Corte Suprema

Comparto con ustedes la nota publicada por la Agencia Presentes en su edición del primero de junio.

Travesticidios: la Corte los incluyó por primera vez en su registro de femicidios

La Corte Suprema de Justicia argentina incluyó por primera vez la variable de sexo/género de la víctima a fin de visibilizar los travesticidos y transfemicidios. El registro contabiliza 5 casos en 2016, una cifra inferior a las que manejan las organizaciones de la diversidad sexual.

Ilustración portada: Florencia Capello

Gráficos: Registro de Femicidios 

A tres días de la marcha contra la violencia machista #NiUnaMenos, desde la Oficina de la Mujer y de la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia argentina presentaron el Registro de Femicidios de 2016, contabilizando un total de 254 víctimas en todo el país, cinco de esas personas eran mujeres trans y travestis.


La inclusión de víctimas travestis y trans se hizo por un trabajo conjunto de la Corte con el Observatorio de Género de la Justicia del Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires y su área de diversidad sexual.

“La titular del área de diversidad del Observatorio era Lohana Berkins, que falleció el año pasado, y ella decía que así como existe un sistema femicida, también existe un sistema travesticida que empieza con las expulsiones en los hogares familiares y llega a su máxima expresión en los asesinatos y muertes. Que el asesinato de la referente Diana Sacayán en 2015 fuera tipificado e investigado como femicidio fue decisivo para integrar a los transfemicidios y travesticidios al Registro, un trabajo que hicimos con Alejandra Sardá y Blas Radi”, dijo a Presentes Diana Maffía, titular del Observatorio de Género de la Justicia del Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires.

Los cinco travesticidios y transfemicidios contabilizados en el Registro de la Corte Suprema ocurrieron en Jujuy, Formosa, Río Negro, Mendoza y Misiones.

La cifra resulta muy inferior a las víctimas registradas por organizaciones de la diversidad sexual que contabilizaron al menos 16.

Por su parte, el Observatorio de Femicidios en Argentina Adriana Marisel Zambrano, coordinado por La Casa del Encuentro, y el de las Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá) había registrado 11 travesticidios en 2016.

“Esta diferencia numérica tiene que ver con la judicialización de los casos. Porque este registro se basa en los expedientes y los travesticidios y transfemicidios no son tipicados ni investigados como tales y suelen quedar impunes. Los jueces y fiscales caratulan como les parece”, dijo Maffía.

Las Cortes provinciales

El Registro de Femicidios de la Corte Suprema se alimenta de los registros de las oficinas de género de las cortes provinciales, que envían la información. “Los funcionarios judiciales deberían ser formados y capacitados. En el caso de las personas travestis y trans, además, se agregan otros contextos de violencia y muerte que no son tomadas en cuenta por la Justicia y quedan impunes”, agregó Maffía.

Por su parte, la referente de OTRANS Argentina, Claudia Vazquez Haro, que viene denunciando ante la Justicia las muertes de sus compañeras y sufrió un intento de asesinato hace menos de un mes, dijo que el registro es un avance pero “dista de la realidad en que vivimos y morimos diariamente travestis y trans. Esto habla de un sistema judicial que es profundamente patriarcal, heteronormativo y discriminatorio”.

Un observatorio

Desde la Corte Suprema se anunció también la creación de un Observatorio de causas por femicidios, que estará a cargo de la Oficina de la Mujer del alto tribunal y donde estarán comprendidos los travesticidios y transfemicidios.

La Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belem do Pará) imponen a sus Estados parte el deber de implementar políticas públicas para eliminar toda manifestación de discriminación y violencia contra la mujer.

Fuente; agenciapresentes.org/2017/06/01/travesticidios-la-corte-los-incluyo-primera-vez-registro-femicidios/

Travesticidios: la Corte los incluyó por primera vez en su registro de femicidios