se celebró el 3er. congreso del hospital tobar garcía
Durante los días 3, 4 y 5 de octubre se llevó a cabo en la Legislatura Porteña el Congreso “Salud Mental Infanto Juvenil en el año del Bicentenario”, organizado por el Hospital Tobar García.
Participaron del mismo una gran variedad de expositores, abordando desde cada disciplina la complejidad de la práctica cotidiana en el campo de la Salud Mental Infanto Juvenil. Algunos de los temas que se trataron: Trabajo Social en Salud Mental, el proceso de evaluación y abordaje médico en Hospital de Día, Enfermería, Rehabilitación Psicosocial, Dispositivos Terapéuticos, Patología Dual, Psicoanálisis, Aspectos Jurídico-Legales, Interdisciplina, Aplicaciones Neurofisiológicas, Terapéutica del Lenguaje, Arte y Salud Mental, etc.
También contó con la participación de profesionales de distintas provincias quienes transmitieron experiencias locales en la organización de los servicios de Salud Mental dentro del Sistema Hospitalario. Por otra parte, se presentaron las conclusiones de un trabajo de investigación sobre “Medicalización en la Infancia”, realizado con la colaboración del Instituto Germani, el Observatorio de Drogas, SEDRONAR y la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.
La amplia afluencia de público coronó el éxito de la convocatoria.
Nudos críticos que encontramos en el Hospital Tobar García y que se repiten en otros efectores públicos, como obstáculos a resolver en el Sistema de Salud Mental de la Ciudad de Buenos Aires.
Segmentación del sistema de atención.
La falta de articulación entre los distintos sectores que interactúan cuando ingresa un/a niño/a a internación, provoca una fragmentación en la atención del/la paciente que dificulta la eficaz resolución del caso clínico y social.
Como señala el informe de la Asesoría Tutelar existe en el Sistema de Salud Mental una “falta de unidad de criterios de intervención, confusión de roles y competencias entre los distintos actores”.
Se observa una dificultad dentro del Sistema de Salud para la coordinación de respuestas integradas entre las áreas de Salud, Desarrollo Social y Justicia.
Externación.
El Hospital Tobar García no atiende en forma ambulatoria a los/las pacientes dados de alta de internación en el mismo Hospital. La falta de cumplimiento del Estado en la finalización de las reformas edilicias ha provocado la disminución de prestaciones en los consultorios externos, que es el sector más afectado por las obras de remodelación.
Por otra parte, la falta de una red de Salud Mental que funcione como enlace entre los distintos efectores, dificulta el acceso de los/as pacientes externados al tratamiento ambulatorio.
El alto porcentaje de reinternaciones muestra que la política pública no da una respuesta adecuada a las necesidades de la población externada.
Se produce una cronificación de los/as pacientes que por falta de implementación de políticas sociales eficaces fracasan en lograr la reintegración del niño/a a la comunidad.
La falta de articulación entre la internación y los distintos programas de externación tiene como consecuencia la subutilización de algunos de los recursos que ofrece el Sistema de Salud Mental. Muchas veces se alargan los tiempos de internación a causa de los mecanismos burocráticos. Por ejemplo, un adolescente que está en situación de traslado a un Hogar Convivencial, y no tiene seguro, no puede externarse para formar parte de un programa de reinserción sociolaboral; la obtención del seguro demora meses.
Judicialización del Sistema de Salud Mental.
La Asesoría Legal observa que el sistema de protección integral de derechos de la Ciudad de Buenos Aires, a pesar de su nueva arquitectura institucional y de la normativa vigente, aún contempla una forma de intervención heredada del viejo patronato de menores y ajena a los principios estructurantes del nuevo modelo normativo.
Muchas veces, los y las menores, víctimas del delito a que están expuestos, son derivados por los jueces a las guardias de los hospitales por conductas delictivas.
Al mismo tiempo hay que tener en cuenta la complejidad y gravedad de los cuadros clínicos que se presentan para internación, ya que las crisis, sean o no psicóticas, suelen estar acompañados de severas crisis de alteración psicomotriz provocadas por diversos factores, desde situaciones de adicción y violencia hasta desnutrición, parasitosis y diversas enfermedades, potenciadas por estados de abandono y pobreza.
Cuando el Estado elude su responsabilidad de gestión en la ejecución de políticas públicas, el Poder Judicial interviene para garantizar los derechos de los pacientes.
Como señala el informe de la Asesoría Tutelar “Las instituciones públicas deben respetar y aplicar los mandatos constitucionales vinculados a los derechos y garantías de niñas, niños, y adolescentes, y personas afectadas en su salud mental”.
Algunos datos generales del Sistema de Salud Mental en Argentina.
La mayor parte de inversión en salud se destina a la atención hospitalaria.
Argentina tiene el 75% de los Recursos Humanos de Salud Mental en América Latina y es el más alto consumidor de psicofármacos en la región.
Existe una falta de articulación entre los distintos niveles de atención.
Se observa una alta segmentación en el sistema, esto es, múltiples instituciones sin vínculo que las relacione y que facilite la derivación en una red de distribución asistencial.
Existen superposiciones en las respuestas de los distintos actores intervinientes en la atención y falta de disponibilidad de acceso a los recursos y dispositivos con que cuenta el Sistema.
Falta una red asistencial integrada, que garantice la continuidad de los tratamientos.
En los últimos años se asiste a un creciente proceso de judicialización en el Sector de la Salud.
También se observa un proceso de medicalización creciente, por el cual circunstancias de la vida cotidiana van siendo parte de la intervención científico-técnica.
En los últimos años aparece un nuevo actor que llega desde afuera del Sector Salud: los organismos de Derechos Humanos.
Fuente de datos: Cátedra de Salud Pública de la Carrera de Salud Mental Comunitaria de la UNLA.
Gracias Diputada por hacerse eco del Congreso de nuestra Institución y sus comentarios sobre el mismo.
Estamos muy de acuerdo con su análisis de los «nudos críticos» que señala sobre el Tobar García. Quiero referirme a uno en particular que Ud. menciona: «El Hospital Tobar García no atiende en forma ambulatoria a los/las pacientes dados de alta de internación en el mismo Hospital». Esto si bien no es cierto en un ciento por ciento, en términos generales, sí lo es. Y como Ud. bien lo analiza, está directamente vinculado a «la falta de cumplimiento del Estado en la finalización de las reformas edilicias [que] ha provocado la disminución de prestaciones en los consultorios externos, que es el sector más afectado por las obras de remodelación».
Es de esperar que esto se solucione en el corto plazo. Este mes, por ejemplo, quedará vinculado a la atención que el cuerpo legislativo al cual Ud. pertenece preste al tema presupuestario del próximo año (en particular el de nuestro hospital), y como esto sea conversado con las autoridades ministeriales al momento de su discusión, no solo en términos de planificación sino también y fundamentalmente de inmediata ejecución presupuestaria. Si hay presupuesto para finalizar las obras del Htal. Tobar García en el 2011 (como pareciese que acontecería), nada impediría el reinicio de las obras del Edificio-Torre inmediatamente (mediando la firma de un adicional que autoriza resolver un problema crítico de estructura no previsto en el Proyecto original: Adicional # 5), atento a que todo aquello que pueda efectuarse en términos de obra a la fecha, por procedimientos normales de Certificación, solo podrían ser presentados a facturación con fecha posterior al 1º de enero.
Hace falta también la buena voluntad empresarial por parte de la Firma RIVA S. A. que esperemos de ninguna manera se tiente con aprovechar los apremios en que se ha puesto un Ejecutivo por estar en mora con explícitos mandatos judiciales; poniendo en riesgo la tranquilidad personal de sus funcionarios. También a este aspecto debiera estar atento la sociedad para no seguir postergándose aquello que le es imperioso y terminar oblando a un precio que solo un ‘estado bobo’ paga por su ineficiencia.
Finalmente, me permito reiterar la pregunta que formulé durante una de mis participaciones en el Congreso: ¿Cuánto atrasa el reloj del Hospital Tobar García y el del resto de la red de Salud Mental y Salud toda en la Ciudad y en el País?
Dr. Eduardo Diego Friedman