autorMarcela Espíndola fecha17 Jun 2019 categoriagénero comentariosDejá tu comentario

Patriarcado sideral, feminismo y ginopia*

Foto: Marcelo Aballay

No soy feminista. En una larga entrevista de Fontevecchia a Graciela Camaño en PERFIL, política inteligente, aguerrida y con mucha experiencia. Le pregunta: “¿Cuál es su relación con el feminismo?”. Y ella responde: “No soy feminista. Defiendo a las mujeres. De hecho, advierto que en el Consejo de la Magistratura es necesario cambiar los reglamentos. Lo propuse. Necesitamos una Justicia con visión de género. Cada vez que tengo audiencias con los concursantes para ser jueces, mis preguntas están vinculadas a la temática de género. No por una cuestión de poner a la mujer en el poder, sino porque las justiciables están siendo víctimas de una mirada machista en la Justicia. Y tengo casos concretos como el de Lucía Pérez en Mar del Plata. Defiendo mucho la causa de las mujeres, pero no soy feminista, en el término clásico de lo que es la palabra”. Si en lugar de comenzar así su descripción hubiera dicho “soy feminista”, todas esas acciones habrían adquirido sentido dentro de un movimiento colectivo que procura que las instituciones sean más justas en términos de género. ¿Cuál será ese “término clásico de lo que es la palabra” que le impide decirse feminista?

*Este es un fragmento de mi columna dominical en PERFIL del 16 de junio pasado. Pueden leerla completa aquí.
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