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feminismo

La ESI en la Ciudad

Les dejo esta interesante nota sobre la Educación Sexual Integral en la Ciudad de Buenos Aires, escrita por Luciana Peker para Las/12 y publicada el pasado 21 de septiembre.

Con nosotres, no

Educacion | Un proyecto de ley que intenta ampliar la Educación Sexual Integral (ESI) se transformó en la nueva campaña de los grupos antiderechos que ahora reclaman la propiedad privada sobre sus hijos e hijas para que nadie “se meta” en su educación, intentando quitarles un derecho que les pertenece. La ministra de Educación porteña Soledad Acuña, sin embargo, advierte que la ley se tiene que cumplir y que esa no es decisión de padres o madres. En la práctica, una encuesta revela que el 78 por ciento de los y las docentes de CABA trabajó la ESI durante 2017.
Imagen: Joaquín Salguero

La Educación Sexual Integral es una ley, no una opción, ni un debate. Pero, frente al embate de sectores conservadores que pretenden derogar la obligación de enseñar en colegios privados y públicos, laicos y religiosos, desde el jardín de infantes y hasta el nivel terciario las herramientas para prevenir y detectar el abuso sexual en la infancia; el embarazo no buscado; la discriminación a lesbianas, gays, travestis y trans; los trastornos alimentarios derivados de estereotipos de belleza y la violencia de género en los noviazgos (entre otras cosas), se convoca a defender la Educación Sexual Integral, el 4 de octubre, en el Congreso de la Nación, a doce años de la aprobación de la norma.

En el debate sobre la Interrupción Voluntaria del Embarazo los argumentos conservadores se llenaban la boca con que el aborto no era necesario, que lo que se necesitaba era promover la educación sexual (así lo dijo Mirtha Legrand en su pelea televisiva con Jimena Barón en donde repetía que estaba en contra del aborto y a favor de la educación sexual, pero que los abusos sexuales en la Iglesia no eran graves porque “eso paso siempre”). Sin embargo, una vez frenada la ley, los sectores reaccionarios, en la misma clave que grupos evangélicos y conservadores en Latinoamérica y Europa, pretenden frenar o no cumplir con la ley 26.150 de Educación Sexual Integral (ESI).

Sus lemas son “Con mis hijos no te metas” y “Los hijos son de los padres”. No son palabras sueltas, sino copiadas y pegadas de agrupaciones religiosas y transfóbicas de España, Brasil, Colombia y Perú. Intentan hacer retroceder el gran logro de la ESI: derribar la idea de propiedad privada de niños y niñas. Ahora los padres y las madres no pueden decidir que sus hijos e hijas no reciban Educación Sexual Integral (aunque están llegando cartas a escuelas para que determinados chicos y chicas no asistan o se retiren de clases con contenido de ESI) porque está consagrado como el derecho de alumnos y alumnas a recibir contenidos válidos, científicos, incorporados por los manuales de ESI del Ministerio de Educación de la Nación y no como una decisión de sus progenitores. A partir del 2006, con la aprobación de la ESI, la patria potestad quedo por debajo del derecho a conocer sobre su cuerpo, sus derechos y deseos de chicas y chicos. Y eso no tiene vuelta atrás.

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Diana Maffía será la Defensora de Género de PERFIL

Comparto con ustedes esta noticia sobre mi participación en Perfil, como Defensora de Género.

La filósofa Diana Maffía será la Defensora de Género de PERFIL Aquí, reflexiona sobre el avance del uso del lenguaje inclusivo y las incomodidades que generan algunos cambios en cuestiones de diversidad. “Soy optimista respecto del futuro: el país está en ebullición”, dice. (Fuente www.perfil.com).

A partir del próximo domingo, PERFIL sumará a la filósofa y académica Diana Maffía –que hoy es también la titular del Observatorio de Género en la Justicia del Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires– como defensora de género, un cargo inédito hasta ahora en otros medios gráficos de la región.

Maffía tiene una mirada “optimista” sobre los cambios que atraviesa la sociedad argentina, el rol de los jóvenes y sobre cómo los medios adoptan, de a poco, un rol más activo en cubrir los temas de género y minorías. Y reflexiona también sobre el uso del lenguaje inclusivo, que aún genera resistencias incluso dentro de la academia, pero se incorporó con fuerza en el uso cotidiano de los más jóvenes.

“Primero, hay que pensar que el tema del lenguaje presenta un problema grande: oculta o no si se refiere a las mujeres; es un problema existencial, no gramatical, que en el lenguaje jurídico implica quedarse fuera o dentro de un montón de derechos. Una cosa es minimizar el problema, pero eso ya no se puede hacer.

Los métodos para resolver cuestiones de androcentrismo en el lenguaje son incómodos para la lectura, y donde hay un tropiezo es donde se presta atención, a ver qué pasó acá –es parte de las políticas del lenguaje del feminismo–. A veces incomodan. La idea no es que esa sea la solución, sino que en esa incomodidad se pueda reflexionar”, comparte. “Lo primero que tenenos que hacer es aceptar que hay un problema, porque si no es absolutamente banal cambiar el lenguaje. Ahora, si lo admitimos, eso no se puede negar.

Las mujeres están lejos de sus derechos, entre otras cosas, por el lenguaje legal, que es opaco con respecto a su presencia. Ahora, ¿cómo lo resolvemos? Hablar con ‘e’ no es la solución, es un recurso sencillo porque es una sola regla y se ha masificado, sobre todo entre los adolescentes. Ahora, si se va a utilizar otro tipo de regla (x, @, *), eso supone otro tipo de inclusiones y exclusiones; las diversidades sexuales se han quejado de estar incluidas o no. Reescribir implica escribir con ciertos criterios, pero lo primero que hay que hacer es acordar que hay un problema. Es como una metáfora del país”, señala.

“La cuestión del lenguaje hay que pensarla, porque es compleja: hay que tener en cuenta la gramática, las reglas, cuáles y cómo cambiarlas. El vocabulario puede cambiarse rápidamente, cómo hacer una reescritura para evitar caer en un lenguaje sexista o binario cuando no corresponde. Hay que madurarlas, ponerles cierto nivel de reflexión y estudio: ya hay lingüistas trabajando en eso, y muy bien”.

Nuevas generaciones y binarismo.

“Enseño en la universidad y tengo contacto con gente que no es adolescente, pero este año, durante el debate de la ley de interrupción voluntaria del embarazo, me invitaron y fui a varias escuelas secundarias. Ese contacto con adolescentes de 14, 15 años –y su manifestación en la calle durante los debates– me permitió ver que tienen muy discutidas esas cuestiones entre ellos, y que no piensan de manera binaria. Ni en el lenguaje ni en el género ni en la multiplicidad de cuerpos que entran en una categoría varón-mujer”, señala. “Hay que preguntar, cuando se tienen dudas, sobre cómo denominar. Los adolescentes lo tienen discutido entre ellos, no siempre en la escuela, y eso hace que haya irregularidades y diferencias”, apunta.

El rol de los medios.

Para la experta, los medios “están muy atentos, porque es un fenómeno social y genera conflictos; y porque quienes los componen ven canales de YouTube, escuchan letras de canciones, están receptivos a otros cambios sociales”. Maffía asegura que la mayor percepción se da en la cuestión del lenguaje, pero no aún en su incorporación sino como “un registro de que hay conflictos con esto; hay un uso –en docentes y alumnos– que parece divertido. Estas son las crisis que pueden ser virtuosas, que si salen bien generan cambios consensuados y que nos dejen en un mejor nivel como sociedad. Por el momento, los medios están como observadores y no aún como actores. A veces sí hay la preocupación de tener un uso más cuidadoso e integrador del lenguaje, y supongo que eso se debe a las participaciones de mujeres en las redacciones”, reflexiona.

Lo que viene.

“La ola de conciencia sobre la importancia del género estalló después de la marcha NiUnaMenos de 2015. Pasamos de ser 20 o 30, a que las comunicadoras tomaran el horror de los femicidios en sus manos y, con mucha inteligencia y una buena frase, le dieran al tema otra dimensión. Luego se sumaron las jóvenes. Soy muy optimista respecto del futuro: el país está en ebullición”. Un rol que surgió en la vorágine de un cierre La idea surgió en el medio de la vorágine de un cierre, cuando entre un grupo de editores debatíamos acerca de la mirada machista que se escondía detrás de un título. Decidimos cambiarlo, pero fue una frase que alguien dijo en ese momento la que me hizo reflexionar: “Antes se podía poner ese título sin problemas”. Y sí, las cosas cambian, están cambiando; y está bueno que los periodistas no seamos simples observadores y podamos hacer un uso más cuidadoso e integrador del lenguaje.

Inspirados en la figura de Jessica Bennett, defensora de género del New York Times, y de la tarea que realiza Pilar Alvarez en el diario El País, decidimos crear un nuevo cargo, único y diferente a todos: el de la defensora de género. La encargada de ocupar este lugar será la filósofa Diana Maffía. Su función será analizar lo que se publica en las ediciones de PERFIL en interacción con la redacción, con el fin de deconstruir cánones y micromachismos cotidianos que varones y mujeres tenemos incorporados y ejecutamos con naturalidad. También se dedicará a garantizar la diversidad en la cobertura de las noticias de este diario.

Es la primera vez que un medio argentino tiene esa figura, y sus columnas aparecerán a partir de la próxima semana todos los domingos, junto a la del Defensor de los Lectores, Julio Petrarca. Con el mismo espíritu lanzamos hace un año la sección 50/50, a cargo de la subeditora Patricia Valli, que busca analizar la economía desde una mirada de género. Y a partir de este número, el suplemento Deportes incorpora una nueva sección fija dedicada al fútbol femenino, donde no sólo le dará espacio a sus protagonistas, sino también presentará notas dedicadas a las desigualdades y conflictos que deben afrontar las mujeres que buscan hacerse un lugar en este deporte.

*Paulina Maldonado

Clara Fernández Escudero (Fuente www.perfil.com).

Mujeres que dejaron Huella, e-book

Comparto con ustedes la publicación de este libro electrónico, Mujeres que dejaron Huella, publicado por la Fundación Global, del que he participado escribiendo el Prólogo.

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Desde la Fundación Global les contamos que ya se encuentra disponible para disfrutar online y offline, la edición del eBook digital e interactivo de la Serie #GPSMujer “Mujeres que dejaron Huella” que narra las historias de Florentina Gómez Miranda, María Luisa Bemberg y Carmen Argibay.

«Mujeres que dejaron Huella» es una obra de la  Fundación Global  con Apoyo de la Dirección General de Fortalecimiento de la Sociedad Civil.
Idea y realización:  Graciela Adán 
Redacción e investigación:  Magdalena Cash 
Edición:  Sabrina Díaz Virzi
Ilustraciones:  Maite Ortiz
Prólogo:  Diana Maffía

El eBook también se puede descargar en aplicaciones móviles para iOS y Android, y en eReeders y Tablets. Además podés descargar y leerlo en línea en computadoras y notebooks con macOS o Windows.
Las instrucciones son muy simples y se pueden leer en:
https://spark.adobe.com/page/cmiTNOWOzZbmf/

Florentina Gómez Miranda
Carmen Argibay
Maria Luisa Bemberg
VER LIBRO

Mujeres en Ciencia y Tecnología en el C3

Comparto con ustedes esta invitación a participar el viernes 14 de septiembre, a las 9:30, en el C3, Sala 1 (Godoy Cruz 2270, Palermo), en la charla sobre Mujeres en Ciencia y Tecnología. Más información en el volante adjunto.

Inscripción: http://mujeresenciencia.mincyt.gob.ar/inscripcion.php

 

Los Senadores no entendieron, están encapsulados. Entrevista Radiozonica

Comparto con ustedes esta entrevista con La mesa de los comunes en Radiozónica.
10 de agosto de 2018

“Los Senadores no entendieron, están encapsulados“

La Titular del Observatorio de Genero habló con La mesa de los comunes sobre el debate sobre el aborto.
Audio (27 min.)

Por: Florencia Rossi

La Titular del Observatorio de Genero, Diana Maffia, admitió que aunque no se aprobó la Ley que despenaliza el aborto, “muchas cosas cambiaron positivamente. Hay un salto cuántico dentro del Movimiento Feminista”.  Señaló también que muchos jóvenes pensaron al feminismo como ese colectivo diverso donde caben muchas diferencias “pero donde hay objetivos y acciones comunes”.

Maffia sostuvo que el feminismo que quedó atado a las pertenencias partidarias se debilitó y señaló: “Salgamos del frasco. Acá hay algo que está mal y punto. Ese activismo no ligado a lo partidario es un fenómeno, no es que se vayan todos, sino que hay que mostrar fortaleza y exigencia para que quienes estén, representen nuestros intereses”.

Asimismo, reconoció que la expansión horizontal de los feminismos populares y feminismos jóvenes “le dio una dimensión enorme. Han sido años explosivos para las manifestaciones de las mujeres como colectivo social. Los Senadores no lo entendieron, están encapsulados”. Argumentó también que nadie está hablando de mantener la penalización sobre las mujeres “la despenalización está socialmente y políticamente, falta concretarla con la Ley”

Fuente: http://www.radiozonica.com.ar/#!/info/5018124